El programa ‘Santa Marta Siembra’, dirigido desde el Departamento Administrativo Distrital de Sostenibilidad Ambiental, DADSA, es hoy un piloto nacional de crear conciencia ambiental y amor para salvar el planeta.
«Esto es una revolución en las conciencias, que surge de una mirada crítica de la comunidad frente a cómo podrían cambiar las cosas.» Es la primera frase de entrada en un diálogo directo con la comunidad del barrio 20 de Julio y Playa Blanca durante una jornada una de las jornadas de arborización de la directora del DADSA
El Sol ya está en su punto máximo a pesar de la temprana hora del día, pero para Patricia Caicedo Omar, no hay problema, está dispuesta a seguir caminando y dando ejemplo de la necesidad de sembrar más árboles precisamente para que no haya tanto calor en barrios como el que visita. “Mire ningún gobierno, por muy responsable que sea cambia el estado de cosas si la comunidad no le interesa, entonces eso es lo que está pasando en Santa Marta, este es un cambio es una revolución en las conciencias ustedes han entendido que este es el camino, que este es el cambio”. Afirma y se agacha a dar nacimiento a un nuevo árbol, esta vez de mango.

Su paso es rápido y quien se descuida lo pierde, camina y habla con la gente, en el barrio Timayui II, lo hace en compañía de Fernando Yance, presidente de la JAC, Lineth Hernández, líder comunal y un grupo de habitantes del sector, la gente se le acerca con admiración y agradece su trabajo por la vida.
“Estamos ya en la segunda temporada de la campaña ‘Santa Marta Siembra’ desde el 2020 ya superamos los 13 mil sujetos arbóreos sembrados en la ciudad, es una cifra importante, pero no podemos parar hay que avanzar”, le dice a la gente para motivarlos.
En el barrio Bastidas, al norte de la capital, llega con sus tenis grises, su jean y blusa negra, aún está dolida por los golpes que el destino le ha dado a su corazón, se acuerda de Mita su madre y avanza, recuerda al profe su padre y no se detiene, ellos le enseñaron a no declinar ante la dificultad.

Madres cabezas de hogar y lideresas como Edilma Peña y Sindy González, del Centro de Ayuda Ambiental, que en la actualidad son 56 en toda la ciudad, secundan su ideario
“Arborizamos el parque de Bastidas con las familias y niños del sector, gracias a la gestión de Patricia Caicedo, quien nos apoyó con esta siembra, lo cual es muy beneficioso para la comunidad, ya que nos refresca el parque y nos va a ayudar mucho con las actividades que tenemos en nuestro barrio con los adultos mayores y con los más pequeños”, dice Sindy mirándola a los ojos y celebrando la siembra del árbol número mil de la segunda temporada de ‘Santa Marta Siembra’.
Otro mensaje permanente de la ambientalista es que sin educación no hay nada, que todos los días hay que aprender y enseñar, es la rutina más enriquecedora de la vida, educar, educar y educar amar al planeta y a la vida.
La historia se repite una y otra vez, Patricia Caicedo baja del vehículo que la lleva y se confunde entre la gente, tiene el don de caerle bien a todos camina en Villa Dania, Taganga, Los Fundadores, Chimila, Villa del Carmen y Ciudad Equidad.

Asimismo, se sembraron varias barreras de mangles en los complejos lagunares de Cabo Tortuga y la desembocadura del río Gaira, en aras de garantizar la oxigenación de dichos ecosistemas hídricos a través del intercambio de agua dulce y salada, las cuales son filtradas por estas importantes especies arbóreas.
Es una mujer de metas la del 2020 era sembrar los primeros 10 mil árboles de ‘Santa Marta Siembra’ y lo logró. Otros 2 mil del proyecto ‘Bosque Urbano’, los sembró entre la ronda hídrica del río Manzanares y la Villa Deportiva Bolivariana. Avanza provocando cambios estructurales y en la gente.
En el 2021 sigue avanzado, quiere y busca a una Santa Marta más fresca, más viva, muy pronto definirá cuál sería su próxima meta, no hay duda que junto a sus ángeles la conquistará.
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