Esta es una fecha marcada por el destino, no solo es un 19 de abril del año 63, con el pasar de los días se fue marcando con un día para rayar el almanaque, una fecha para agradecer a Dios o gritar de rabia a Diablo, el día de la génesis de un sentimiento. La fuente de la pasión, el sol naciente para amar sin condiciones.

El 19 de abril 1953 comenzó la historia del ‘Ciclón Bananero’ que 15 años después en 1968, marcaria la otra fecha que adorna al pastel, Unión Campeón de Colombia, el primero del Caribe, de ahí para adelante ha pasado de todo.

“Viejo Edgar del 2005 hacia atrás el equipo era una alegría, una ilusión, con ansias los samarios esperábamos un domingo con tal de verlo jugar y para muchos era el desfogue de la semana. Pero del 2005 hacia adelante el equipo a más de uno nos ha producido desilusión y rabia a la hora de verlo jugar, es lógico ningún aficionado y con la historia que tiene el Unión Magdalena lo quiere ver en la B”. dice Fernando Alvear, uno de esos hinchas que ama con pasión a su Ciclón

El concejal Juan Carlos Palacio, quien llegó a militar en el Unión Magdalena juvenil señala: “Nací en 1967 y desde que tengo uso de razón es mi pasión en el fútbol, con tristezas, rabias, alegrías y sonrisas el Unión Magdalena es y seguirá siendo parte de mi vida. Unión es Unión los demás son grupillos”.  Aquí se suma el profesor Larry Oliveros, un furibundo fanático del club ojiazul, “Después del Unión no hay, no me cabe eso de que después del Unión Junior por ser costeño, ¡jamás! No hay tu tía que valga mi corazón es solo del Unión.

El periodista Luis Oñate Gámez que por décadas a cubierto en su tarea las acciones del equipo y que desde niño lo ama, afirma.  “Nací en Algarrobo, a orillas del río Ariguaní, en los límites del Magdalena y el Cesar. Ahí donde las únicas emisoras que se escuchaban eran Radio Libertad, Emisoras Unidas y tres más, todas de Barranquilla, las que solo narraban los partidos de Junior. De ahí que buena parte de mis paisanos y de quienes nacieron en esa misma época en la provincia sean hincas de los tiburones. Mis hermanos y yo somos parte de la exención; de la tierra de la yuca, pero bananeros de corazón. A mi llegada a Santa Marta, en 1971, de las alegrías que más recuerdo de aquel encuentro fueron conocer el mar, mirar de cerca la Sierra Nevada y ver jugar al Unión”. Poéticamente Oñate relata su afición.

Agrega Oñate con ráfagas de emoción. “El Unión ha sido mi pasión moderada desde niño, dicen mis amigos, hinchas de otros equipos, que con tantos golpes emocionales del onceno bananero ya tango callos. Creo que eso de a ser hincha sufrido es una vaina que genera mejores sueños y ya sabemos que los sueños son deseos de vida, y la vida es un columpio en el que hay que saberse mecer.  Felicidades Unión y que este año vuelva a soplar con fuerza el Ciclón para que nuevamente ascienda, hay fe”.

Otro colega Pablo Vergara Vides, golpeado por la tragedia de la pandemia, tras la muerte de su hermano Jorge, quien fuera un excelente jugador de fútbol, solo afirma “El sentir de un pueblo con pasión y sufrimiento», y comprendemos a Pablo en medio de su tristeza.

A Pablo se suma Agustín Iguarán, el veterano periodista de El Heraldo en Santa Marta “El Unión Magdalena es uno de los símbolos de la ciudad y a diferencia del morro, que es nuestro emblema de identidad, nos causa sensaciones variadas, nos alegra, unas veces, nos entristece otras, nos hace felices al máximo, pero nos decepciona al extremo, pero al final lo amamos”.

E doctor Roberto Aguas, alto directivo de la Universidad del Magdalena, ante la pregunta de qué ¿Qué significa esta fecha? Responde ¡Ombeee! Hoy estaba acordándome de la infancia cuando el Padre Bedoya (del Diocesano) nos llevaba a la banda marcial del colegio a los actos protocolarios. Se vivía de cerca el roce con los protagonistas y cuando no nos llevaban nos metíamos con los amigos en sol porque la vaca no aguantaba…Recuerdo que después de mi primer sueldo entré a numerada y me sentía de más estrato (risas). Las gestas de Iturburu, los goles de borbollón del Manduco Cáceres, la arrancada de los aspersores que hizo Bertulechi Martínez, en un planchazo al tren Valencia y el gol del morrito de la puya Zuleta… Entre mil recuerdos más en la A”.

El profesor Alberto Camilo Blanco, un verdadero poeta para describir cosas y elevarlas a una dimensión por momentos casi desconocida tras su verbo, hoy calla y en vez de escribir manda un video, el cual comparto con todos ustedes queridos lectores. Unión #68 por siempre…