El pasado mes de mayo del 2020 cuando la pandemia por Coronavirus estaba en su temible furor el mundo conoció la historia de un muchacho que en el corregimiento de San Basilio municipio de El Piñón tenía que subirse a un árbol de Olivo a fin de poder recibir las clases virtuales de su pregrado en Ingeniería de Sistemas en la Universidad del Magdalena.

Su profesor de Expresión Oral Uvaldo Mercadeo Calabria fue quien descubre la situación de Tomás y postea en su perfil de Facebook el hecho de las dificultades que tenía para recibir las clases y fue el punto de partida para que saliera a la luz su curiosa y dramática historia, “Yo me subía al árbol y con la mano izquierda sostenía el celular con la derecha la libreta y con los pies me sostenía en dos ramas del árbol, pero un día se me cayó la libreta y me baje a recogerla allí perdí la comunicación y la verdad me sentí aburrido, impotente y me dije que hasta ahí llegaba yo”.

El docente de la Universidad del Magdalena Uvaldo Mercado sigue incentivando al estudiante Tomás Gutiérrez y dice ser su padrino hasta alcanzar su grado de profesional en Ingeniería del Sistemas

Edgar Salas y la Entrevista ha invitado a dialogar sin duda alguna a uno de los protagonistas de la pandemia en el año 2020, Tomás Gutiérrez, sigue siendo ese muchacho humilde que se ha convertido con los días en un gran estudiante de Ingeniería de Sistemas que ya va por el quinto semestre gracias a su esfuerzo, ganas y el respaldo de varias personas que han depositado en él su respaldo.

La charla comienza cuando Tomás cuenta que se encuentra en el quiosco de su prima María Clara Salas la primera persona que lo ha impulsado para perseverar en sus estudios, desde allí recuerda que vivió momentos difíciles que estuvo a punto de tirar la toalla, pero que Dios le mandó señales para persistir, “No le puedo negar que estoy un poco nervioso en la entrevista, ajá usted sabe”, dice y se ríe tímidamente. “Mi prima el profesor Uvaldo y mis papás me han ayudado a motivarme para seguir adelante, la historia se regó por el mundo aquí llegaron hasta de CNN la televisión de Estados Unidos y bueno todo eso sirvió para que me ayudaran a seguir adelante”. Afirma.             

Edgar Salas le dice que también le tiene un regalo y en ese momento ingresa a la plataforma a el docente de Unimagdalena Uvaldo Mercado Calabria, el mismo que dio a conocer la situación de Tomás, “Hola Edgar estoy muy agradecido con tu invitación y ver a Tomás nuevamente, fue mi alumno de Expresión Oral en segundo semestre, el anécdota es que a él le digo, bueno Tomás te toca exponer tu tesis y en ese momento el sale del aire, se desconecta, pero minutos después regresa, yo le pregunto que si se cayó mamándole gallo, y en efecto me dice que si, entonces, seguimos en la conversa y me cuenta y a los demás alumnos que lo que pasa es que está recibiendo la clase desde un árbol de olivo”.

el director de comunicaciones de Unimagdalena llegó hasta San Basilio para entregar a Tomás un computador y una Sim Card, al regresar la presencialidad, el joven necesita ahora de otro tipo de apoyo, la gente esta dispuesta a ayudarle//

El profesor Mercado cuenta que resulta que su infancia y gran parte de su familia está precisamente en ese pequeño pueblo del Magdalena, que tiene grandes y bellos recuerdos de San Basilio. “Yo crecí allí la tierra de mis abuelos y entonces al finalizar la clase yo me quede hablando con Tomás como una hora recordé a mucha gente entre preguntas y respuestas y el quiosco en donde estaba es de un familiar, ese día Tomás había decidido que no volvería a clases y ese día, lo motive a que no se rindiera que le ganara la pelea a la adversidad”.

La noticia del muchacho que recibía clases desde un árbol se regó como pólvora y llegaron las buenas noticias. “El mismo rector doctor Pablo Vera me llamó y me dijo que yo sería el primer alumno en recibir uno de los 400 computadores que entregaría la universidad en todo el departamento a muchachos con esa necesidad ante las clases virtuales y además vinieron hasta mi propia casa a traérmelo y una Sim Card, el alcalde de Piñón colocó una antena para recibir mejor internet y mi vida cambio”.

Desde ese entonces han pasado tres semestres y la condición de estudios de Tomás son distintas, pero las preocupaciones no han desaparecido del todo, su mamá una ama de casa que cuida a los hermanitos, y su papá un todero que así como ayuda a hacer queso en una finca, puede tirar machete o pala para llevar el pan a casa, “Yo la verdad que estoy un poco preocupado porque se viene la presencialidad y sé que será un momento difícil porque sostenerme en Santa marta es duro, ante la precariedad económica de mis padres“.

Tomás Gutiérrez pertenece a una familia muy humilde de San Basilio El Piñón, y su meta es ser el primer profesional//

Los internautas están fascinados con el invitado, Tomás que dice estar aprendiendo a tocar trompeta para hacer parte de una banda papayera en el pueblo, toma el instrumento y trata de sacar una melodía, “no me lo va a creer apenas llevo dos meses en esto”, la gente empieza a mostrar su solidad con el muchacho.

“Edgar como Tomás ha dicho que su celular no le este funcionamiento muy bien yo le enviaré uno si me lo acepta”, escribe Madis Emel Sarmiento Mojica desde Sahagún Córdoba, Rosa Barraza desde Santa marta afirma, “Tomás aquí tienes mi casa a la orden en Santa Marta, ven con confianza que yo te ayudo”, los dos ofrecimientos ponen aún más nervioso al estudiante y solo tiene voz para decir “gracias, Dios le pague por ser tan buenos conmigo”.

El profesor Uvaldo Mercado es otro emocionado y le dice a Tomás,» te das cuenta que tienes un ángel muchacho, tú estás para buenas y grandes cosas y sin duda que tu futuro estará siempre bendecido». Son miles los internautas conectados y es cuando Emelina Ruge le pregunta si tiene un número de cuenta de ahorros. Al final se coloca un número, pero sus números de cédula y teléfono celular.

Desde lo alto Tomás sabe que hay un Dios que lo mira con ojos de piedad y confía para seguir adelante//

En Edgar salas y La Entrevista está naciendo un árbol de solidaridad de mucha gente buena que quiere que Tomas Gutiérrez Orozco, el muchacho que se trepaba a un palo de olivo un fin de recibir clases virtuales avance en sus estudios, ya se bajó del tronco, pero aún le faltan ramas que recorrer cuando regrese la presencialidad, gracias a los internautas tendrá nuevo teléfono y se le ofrece techo para cuando llegue a santa marta de nuevo.

Tomás Gutiérrez Orozco y el árbol de las ilusiones y la esperanza, que nunca muere y que hay que seguir regando para que sea frondoso en beneficio de la sociedad

https://www.youtube.com/watch?v=ycfk0iQXQDY