“Aquí chinos me han dicho, nosotros tenemos 55 grupos étnicos, y yo respondo, bueno en Colombia hay 87 lenguas oficiales y 58 grupos étnicos, es decir mi país no es que ande tan mal, a mí me pueden echar tierra, pero a mi país no”. Luis Felipe.
El posteo de una foto del grado de su hijo en la lejana e inmensa ciudad de Beijing China, en su perfil de Facebook, llamó mi atención, por eso a través de Messenger pregunte a Naidu Rodríguez Pedraza, que me hablara de él, ella con una ráfaga de emociones que se confunden con el orgullo de la mamá que ve realizada los sueños de su hijo escribió al instante.
“Se llama Luis Felipe, tiene 3 años allá, es arquitecto de profesión, Luthier de vocación y un apasionado por los idiomas, Habla portugués, (fue docente), inglés, un poco de Árabe y se acaba de graduar en el estudio del Mandarín la lengua China”.
A un periodista como yo, un verdadero ‘mendigo’ de historias, que se deja atrapar con facilidad de las cosas buenas que ocurren a mi alrededor y si tienen alguna relación con mi tierra natal, el doble, de una me enamoró lo contado y pedí el teléfono de Luis Felipe, fue relativamente fácil contactarlo, le escribí de noche en Colombia, de mañana en China y al poco tiempo estábamos cuadrando una entrevista para Edgar Salas y La Entrevista.
Con el paso de las horas hubo momentos de crisis cuando escribía y pasaba el tiempo y Luis Felipe no contestaba, debo reconocer que soy en medio de mis emociones, un poco desesperado, él en una de las respuestas explico: “Lo que ocurre es que a mí solamente me llegan los mensajes de WhatsApp si activo el VPN”, pregunte ¿Qué es el VPN?
Y Luis Felipe explicó, “Lo que pasa Edgar es que aquí en China no existe ni Facebook, Instagram, ni WhatsApp ni ninguna red occidental, este es otro mundo y el VPN es la herramienta que utilizó para poder conectarme a mi país, no se preocupe, lograremos la entrevista”.
Hecha la explicación, construida la esperanza, era la primera entrevista con el extranjero de Edgar Salas y La Entrevista, si bien para otros programas se han logrado contactos del exterior, este era el estreno y que #bacano que fuera con la China.
Luis Felipe se emociona, sabe que si habla conmigo, indirectamente estará haciéndolo con mucha gente que le quiere, amigos y en especial su familia regada entre Barranquilla, El Retén Magdalena y otras ciudades. “Aquí son las 5 menos 10 am pensaba bajar a buscar un escenario fuera de casa, pero hoy está bastante nublado”, me escribe cuando en Colombia son las 4 de la tarde y ya entre los dos existe una particular relación entre el entrevistado y el entrevistador.
A las 6 en punto de la tarde en Colombia, 7 de la mañana en Beijing China nos conectamos y Luis Felipe Silva Rodríguez, aparece en pantalla teniendo como foto a una exuberante naturaleza, es decir, pudo salir a la calle, llegar al parque de su barrio porque la mañana aclaró, pero porque este muchacho de abuelos de El Retén Magdalena y nacido en Barranquilla en el hogar de Esteban Silva y Naidú Rodríguez y hermano de Esteban Jr. está en China, en Edgar Salas y La Entrevista, se comenzó a deshojar su historia.
“Hola Edgar, responde al saludo y explica, si pude salir estoy en el parque del barrio como ves allá atrás se ve la naturaleza y también hay una mosquitera… y se echa a reír”.
Edgar Salas inicia hablándole de sus primeros años de vida y es allí donde Luis Felipe comienza a contar “Cuando tenía 6 años yo escuche un sonido de música oriental, una cosa de fracción de segundos, quizás 11, y ese sonido me marcó, a partir de allí comencé a indagar sobre la cultura que terminó siendo la China, y empecé a documentarme en el tema musical y la verdad no sé aún porqué, pero yo inicie una carrera hasta el día de hoy con el arte China”.
Cuenta el joven profesional de arquitectura en sus estudios de pregrado, que cuanto palo de escoba, latas, guayas de bicicleta, potes cayeran en sus manos intentaba construir un instrumento chino, ‘Made in Barranquilla’.
“Me pasaba horas escuchando programas de música oriental buscando llegar al origen de los verdaderos sonidos de los instrumentos asiáticos y me dediqué a construirlos, mientras mi familia se decía mamando gallo, este niño ha debido nacer en China”.
Contó que de los palos de escoba pasó a la piel de chivo y de culebra a fin de construir un ‘Erhú’ un típico instrumento de cuerdas oriental, “pasaron los años y en mi adolescencia seguí con esta inquietud, y esa pequeña curiosidad mira donde me tiene (ríe) en aquel entonces el internet era rudimentario, una media hora de internet, salía por el ojo de la cara, una tía compró una enciclopedia digital (encarta 1997) había un CD y fue allí en donde escuche ese sonido del que te hable antes”.
“Ha Barranquilla llegó una compañía creo que de Mongolia con instrumentos muy similares a los chinos y me llevaron a verlos, uno de los chicos que dijo que él los hacía, entonces me dije, si él los hace yo también puedo”.
De los palos de escoba, de dañar cuchillos, las herramientas de su abuelo Tulio fue avanzando, y notó que su iniciativa iba encontrando sonidos a partir de las guayas de bicicletas y luego cuerdas de guitarra. Edgar Salas, le pregunta si llevó consigo algún instrumento y es cuando saca uno tallado en madera y con una figura de un dragón “este es un banhu (violín de dos cuerdas con resonador de coco y caja de madera, que se utiliza principalmente en el norte de China)
La conversación se va nutriendo al tiempo que los internautas arriban con emoción al diálogo y en especial personas de apellido Rodríguez, no es para menos, el hijo, sobrino, primo está en la China hace 3 años y verlo en vivo y directo regala emociones hasta las lágrimas.
“Tengo 3 años de estar aquí, no ha sido fácil, pero estamos cumpliendo con un objetivo, un sueño, un ejercicio de vida, estar en China es también un reto, yo aquí represento a mi país, representó al Caribe, de mi comportamiento se mirará a mi región, soy un occidental orgulloso de mi tierra y desde que me levanto lo sé y debo aplicarlo”.
Luis Felipe Silva, aprovecha para contar que tiene varios amigos chinos en Colombia que han sido una bendición para su vida y camino para llegar a sus tierras y pisarla, “la señora Susan Li, la señora Shu Li quien ha sido un ángel para mí, ella fue quien tuvo la iniciativa de llevar mis instrumentos al consulado de China y no solo los llevó, sino que me llevó a mí, y sin duda el abuelo Co, quien ya no está entre nosotros, fue mi amigo por 8 años, tocaba el Banhu, tocamos juntos y nuestra relación fue muy estrecha”.
Cuenta Luis Felipe que aprendió a conocer aún más la cultura China y fue a través de estas personas que avanzó en esa relación con ese país, “lo primero que aprendí fue el nombre de los instrumentos, el idioma fue lo último, sabía que era muy difícil además de lo costoso, por eso aprendí primero otros idiomas como el inglés, portugués y algo de árabe, aprender mandarín fue ya una decisión ad portas de darse la posibilidad de venir a China”.
El joven arquitecto y recién graduado magister en Mandarín como lengua extranjera de la Universidad del Lenguaje y la Cultura de Beijing, reciente del gobierno de Colombia la poca ayuda para los jóvenes del país en su propósito de salir adelante, “debo decirlo con dolor, pero en nuestro país es muy difícil recibir ayuda, esta beca que me dio el gobierno Chino es una gran bendición, no tiene ni idea las bondades que me brinda, donde vivo, la educación recibida, todo el respaldo dado, el respeto hacia mi persona”.
“Yo le debo demasiado al gobierno Chino, si yo contara todo lo que me ha beneficiado la gente se va para atrás, aquí yo no he sacado un peso para pagar nada, si bien hoy es decepcionante a nivel de mi país, solo espero que las cosas mejoren”.
Se ve gente pasar y le pregunto por el lugar donde está y decide hacer un recorrido por el parque avanza y pone la cámara de su celular en una naciente e inmensa zona de flores de loto, a la cual los chinos llaman (el loto sagrado de Budas) y allí explica las características del lugar.
Emocionado de su condición de Colombiano, habla del sombrero que lleva, “este no es un 21 vueltas (risas), pero este sombrero significa mucho, se lo han puesto, egipcios, africanos, argentinos, mexicanos mucha gente”.
“Aquí debo decir que mi autoestima está siempre arriba, a mí me han puesto en la mesa el tema de las drogas, y yo cambio el discurso, les digo mirando a los ojos las cualidades y bondades de mi país, siempre dar a respetar a tu tierra”.
“Aquí chinos me han dicho, nosotros tenemos 55 grupos étnicos, y yo respondo, bueno en Colombia hay 87 lenguas oficiales y 58 grupos étnicos, es decir mi país no es que ande tan mal, a mí me pueden echar tierra, pero a mi país no”.
El diálogo avanza y esta a punto de terminar, la cita pactada ahora ya lleva 4 minutos más de los 60 acordados, Edgar Salas pide que toque el instrumento y Luis Felipe toca un trozo de música china, Claudia Patricia Mejía, una fiel internauta le pide que toque con ese instrumento un pedazo de canción colombiana, Luis Felipe se ríe y dice vamos a intentarlo, y de sus dedos brota La Piragua, del maestro José Barros, precisamente la emblemática canción del poeta del Banco Magdalena, la tierra de Claudia.
El diálogo está por terminar, Irama Rodríguez tía de Luis Felipe radicada en Villa Ramallo provincia de Buenos Aires Argentina, que escribiría una crónica sobre su sobrino que título “Tras un sueño de notas orientales”, alaba las capacidades del joven profesional y envía bendiciones.
“Viajar a China se convirtió en una meta que veía muy lejos pero que siempre estaba presente en sus sueños” diría su madre Naidú Rodríguez, otra de las internautas en la red.
El programa va a terminar y Edgar Salas le pide a Luis Felipe Silva Rodríguez que diga en Chino “Estuve en Edgar Salas y la Entrevista un abrazo para Colombia”, el invitado se ríe y pronuncia la solicitud, luego agradece en español el espacio y manda un abrazo virtual desde el otro lado del mundo a todos aquellos que le amen y esperan tras tres años haciendo su sueño realidad. Conocer China y su idioma mandarín con licencia para enseñarla al mundo fuera de la muralla China.
https://www.facebook.com/EdgarSalasylaentrevista/videos/1164589187358077
