En Fundación a la fuerza una familia sacó el cuerpo sin vida de su deudo en la propia camilla y lo paseo por el pueblo hasta llegar al cementerio para darle sepultura.
Hoy la tarea para seguir luchando por preservar la vida de los enfermos en el Hospital San Rafael de Fundación por parte del personal administrativo y médico, se vio alterada cuando el reloj marcaba las 10 am, familiares de un paciente irrumpieron de manera violentan a la morgue del centro de salud y tomaron la camilla con su cuerpo y se llevaron.
La dantesca escena de inmediato fue el foco de atención de todos los celulares mientras que residentes de los distintos barrios salieron a sus puertas para ver como las personas avanzaban con el cuerpo cubierto con una sabana blanca, al tiempo que una, dos, tres y mas motociclistas se sumaban para hacer un improvisado cortejo fúnebre.
“Familiares del fallecido, irrumpieron de manera violenta al hospital, hay vidrios rotos y otros elementos, procedieron en medio de insultos al personal medico a llevarse el cuerpo en la propia camilla”, informó el alcalde municipal Carlos Sierra.
El mandatario también dio otros detalles de la peculiar situación. “El señor Secretario de Salud Isaac Abello, lo he comisionado a fin de que adelante la investigación de los hechos, así mismo le hemos dado aviso a la Personería Municipal, a la Policía y la Fiscalía, necesitamos tener claridad sobre lo sucedido y sus consecuencias”. Afirmó
La información también indica que la victima es una persona de sexo masculino que de acuerdo a su historia clínica murió afectado por la pandemia del Covid-19, sin embargo, sus familiares se oponen a ese veredicto y siempre dijeron que él venía sufriendo hace unos 14 años de un problema Epoc y que de eso fue que murió.
A partir de esta diferencia de conceptos, el científico y el personal fue la génesis del problema que terminó con la acción violenta, la sacada del cuerpo sin vida de la persona y su paseo por las calles de Fundación.
El alcalde dijo por último que los familiares llevaron los restos mortales no a su residencia en el corregimiento de Sampués en Aracataca, sino directamente al cementerio de Fundación donde esperaban sepultura y cuya tarea contó con la presencia de algunos agentes de Policía.