*La ciudad es el segundo destino turístico más apetecido de Colombia, eso implica que, a diferencia de años pasados, hoy la población flotante es superior y además a la ciudad se ha venido a vivir mucha gente que multiplica seres humanos y carros en las calles.
Lo que se presume, es un verdadero placer salir de casa en esta época, pero la realidad es que puede terminar siendo un verdadero suplicio, es impresionante el ambiente de ciudadanos propios y extraños en la ciudad, la condición de estar en medio de una pandemia y con el aviso de una alerta naranja anunciada por el gobierno y una nueva variante asesina, no hace mella, al oído de la gente pareciera que el Gran Combo de Puerto Rico dijera ¡Pa’ fuera, pa’ la calle!
Ya en la calle hay dos condiciones repetidas las largas filas de autos, se sumerge el viajero en eternos trancones por ejemplo: la rotonda que da al Centro Comercial Buenavista y por ende la rotonda de la Piragua, llegar a la Avenida Quinta Serrano en vehículo es una decisión que debe pensarse y a esto se le suma la lentitud de las obras civiles que adelanta el gobierno, por ejemplo las que se llevan a cabo en la carrera 19, en la Avenida Del Río y otras más en El Rodadero, es ahí cuando se pronuncia la frase ¡Dios mío esto es un infierno!
La ciudad crece en turismo, crece en habitantes, pero no en calles y carreras nuevas, su concepción de hace 500 años no permite mucho de donde escoger y a esto se le suma unos señores vestidos de azul que por estos días construyen retenes cerca al Centro Comercial OCEAN MALL, en la Avenida del Libertador, cuya tarea es mirar si estas en pico y placa, su misión obstruye el paso inmisericordemente. Cada retén de estos, son minutos valiosos que se pierden y el ánimo se exaspera, la gente cambia de genio.
Los turistas que viajan por la Troncal del Caribe para llegar a Santa Marta, ya vienen recargados y con poca paciencia, se encuentran con un tremendo trancón de bienvenida a la altura de varios puentes en el tramo que orilla al municipio Zona Bananera, allí no solo se afecta el entusiasmo de la gente, también la economía, ya hay quejas de las empresas del transporte pesado nacional y las compañías locales de Banano y de Aceite de Palma, hasta cuándo van esas ‘benditas’ obras y como terminarlas, si cuando se pasa lo que ve es a un ‘mansito’ tirando pala. ¡increíble!
Logrado el objetivo de poder ingresar al Centro Comercial Buenavista, por ejemplo, es el complejo comercial más grande la ciudad, tienes que primero orar y pedir a Dios discernimiento si está bien llegar a comprar uno o dos artículos y soportar luego una fila de hasta dos horas, si es una cerveza para tomártela afuera, júralo que se te calienta.
Es impresionante la falta de solidaridad y entendimiento del momento en que estamos de los dueños de las grandes superficies, ya se les olvidó que estamos en pandemia, que la única forma de evitar un contagio es distanciamiento social, cero aglomeraciones y el uso del tapabocas, pero no, en El Éxito por ejemplo, de diez cajas de cobro, solo ponen 5 cobradores, las filas son eternas y le toca tanto al que compra un artículo con él se decide por 50, vivir lo mismo, porque aunque haya caja rápida o prioritaria, siempre habrá más cajas que cobradores, ósea, La misma vaina da…
Para todo hay que hacer fila, los cajeros y corresponsales bancarios, Servientrega, donde te venden el pollo apanado o asado, la pizza, y solo puedes llegar con todo placer donde la chica que te ofrece unos vasitos de algodón rosado, ella siempre está sola y esperando su anhelada clientela.
Al llegar diciembre todo será más traumático, por lo tanto, habrá que ser ingenioso, una salida a la quinta en Bici, puede ser una gran alternativa, tomar un taxi es un carro menos en nuestras pocas calles, ir a pie es una idea fantástica, pero hay un problema … te puedes mamar tu atracá… dice Pedro Tobías el ilustre fundador de Magdalena Joven…
La ciudad en lo turístico está de moda, ya no hay reservas posibles en la gran mayoría de los hoteles y la parahoteleria también esta de fiesta, pero también está en modo trancones y filas eternas, sin duda que desde la ciudadanía la solicitud al gobierno y sus dependencias a cargo, es que se generen dinámicas estratégicas e innovadoras acciones para ayudar por un mejor flujo vehicular, llamar la atención a los superalmacenes para que le den trabajo a más gente y así entren en acción más cajeros cobradores y así el flujo de gente avance y haya menos aglomeraciones, menos filas y más vida.
Esa bendita pandemia sigue matando gente… ¡Ojo pelao Bebe!
