En la madrugada del pasado domingo 16 de mayo el río Magdalena dio un feroz golpe a la banca natural de su margen derecha, de una arrancó un boquete que dejó al descubierto la tubería de gas natural que cruza esa región rivereña del Magdalena.
La noticia se regó como pólvora y el gobierno departamental se enteró, la situación es de marca mayor, pobladores de Salamina en especial y del municipio de El Piñón, Pivijay y el Cerro, viven en una permanente zozobra desde hace 72 horas, el rio Magdalena es como el Covid-19 ‘no come’ ni de políticas ni de políticos de izquierda o derecha, el avanza sin pedir permiso.
La gravedad del asunto se registra en la margen derecha que da a los municipios en mención en el km 2.1. y si bien el gobernador Carlos Caicedo el lunes dijo que había dispuesto una retroexcavadora, dos volteos y un Bulldozer, la situación de emergencia es tan grande que en coro se repite, “esto no alcanza, se necesita más maquinaria y más hombres para trabajar”.
El trabajo de rellenar sacos y adelantar lo que se llama fijación del dique con 300 Big Bag, todos saben que en cualquier momento con otra embestida el rio se lo puede llevar y vuele como una hoja de papel, allí el trabajo de ingeniería debe ser de fondo y es donde ni gobierno nacional ni departamental se han podido poner de acuerdo.
«El tema es el fondo, no la forma, el río terminará llevándose toda la banca natural sino se trabaja a tiempo y en equipo, podemos estar al frente de la peor hecatombe natural de la historia en el territorio, mientras los políticos discuten huevonadas”, afirma un reconocido ingeniero civil que prefiere omitir su nombre.
Y es que precisamente para todos los habitantes de Salamina y el Piñón al mejor estilo del exministro Carrasquilla, ‘le vale huevo esta pelea’ que se concentra en Santa Marta, entre el gobernador Caicedo y quienes defienden al gobierno del presidente Duque, ellos en verdad tienen los suyos en la garganta y solo le oran al creador para que el rio no rompa más todo y el agua se lleve por delante carreteras y atraviese campos, cultivos y pueblos.
La discusión también encuentra argumentos en las redes sociales, por ejemplo, el exdirector de oficina de proyectos en el gobierno de Rosa Cotes, el liberal Fabio Manjarrés afirma: “Causa impotencia lo que está pasando en la vía Salamina-El Piñón, un nuevo deslizamiento por cuenta de la erosión amenaza con dejarlos incomunicados y con arrasar hectáreas de cultivo. Es lamentable la lentitud con la que nuestras autoridades han asumido esta emergencia”.
Además, afirmó. “La Gobernación del magdalena, dispone de más de 30.000 millones de pesos desde hace año y medio del convenio que suscribió con el INVIAS para atender este tramo ¿Cómo es posible que no haya ningún avance en la búsqueda de una solución a esta problemática?”. Esta información llegó a oído de los salamineros que hoy salen a cuestionar y preguntar al gobernador ¿Qué cómo así que hay tanta plata desde hace tanto tiempo, pero no han actuado?
Luis Guillermo Ossa, un comerciante de Salamina, pide un engranaje entre las partes a fin de dejar la disputa política a un lado, “es un clamor de todos los habitantes de esta subregión que por favor dejen sus diferencias políticas y odios personales, pónganse la mano en el corazón, es lo que pedimos en nombre de todos los habitantes de Salamina, El Piñón, Pivijay y Cerro de San Antonio”.
El gobernador Carlos Caicedo achacó los males de la devastadora erosión al Ministerio del Transporte y de paso al Instituto Nacional de Vías, INVIAS, asegurando que son ellos los que deben responder por las obras que den una solución definitiva.
“Seguimos trabajos en Salamina con equipo humano, y maquinaria de la Gobernación del Magdalena. Seguimos esperando al Gobierno Nacional en la Vía de la Prosperidad, obra inconclusa del clan uribista Cotes, y jurisdicción del INVIAS Donde ¿están los Congresistas de los clanes?” Dice airado en su Twitter el gobernador Caicedo.
Precisamente ese es el punto de vista de la gran mayoría de habitantes de Salamina y El Piñón, que no quieren saber más de discusiones ni en redes, ni por celular, ni a través de cartas, todos exigen por igual al gobierno nacional y departamental que actúen y lo hagan con rapidez, a fin de evitar la peor hecatombe de la historia producto de la naturaleza y auspiciada por gobiernos que en vez de discutir huevonadas actúen con seriedad ante la crisis.