Si bien es cierto que la Moción de Censura en contra del ministro Diego Molano sería la estocada final al moribundo gobierno de Iván Duque, por ahora su cabeza es difícil que ruede.
Y es difícil que ruede porque Colombia es un país, aun, en donde los acuerdos políticos se cocinan antes, en y después de los hechos, y ese antes y en, son las cartas con las que cuenta el gobierno para acortar distancias, de salida a Molano lo respalda su partido, el Centro Democrático. Allí se suma el Partido Conservador-los azules siempre caen de pie como los turcos del Caribe- los congresistas cristianos que siempre han estado en la ‘moña’, Cambio Radical, La U y una parte del Partido Liberal. Esto sumaria unos 55 votos que lo sacan a flote de las aguas turbulentas del Congreso Nacional.
El senador cienaguero y uno de los voceros de Cambio Radical Antonio Zabaraín dice ponerse en los zapatos del ministro Molano y comprende el difícil momento que vive el país. “Debemos tener claro que la marcha está garantizada, pero no podemos permitir ni abusos de la Fuerza Pública ni muchos menos el desafuero de los vándalos. Eso de quemar policías, acuchillar, ni tampoco el perjuicio de millones por desabastecimiento”, asegura Zabaraín, sin embargo, sostiene que el ministro Molano debe garantizar que se abran las investigaciones disciplinarias contra los integrantes de la Fuerza Pública que han sido señalados de los abusos.
Los liberales están divididos y no hay una postura oficial, ya el expresidente Cesar Gaviria se pronunció duramente al saber del mandato de sacar ejército y policía a la calle, sin embargo, los rojos están mitad y mitad frente a la Censura.
“Yo creo que el Gobierno ya tiene los votos”, dijo el senador Guillermo García Realpe, quien hace parte de la disidencia liberal que va a votar el sí a la moción. Toda esta situación provoca que la sumatoria del sí a la Moción hoy tiene solo votos seguros de la Alianza Verde, Polo, Mais, UP, Comunes, algunos liberales y otros sin partido como Roy Barreras y Armando Benedetti y Rodrigo Lara Restrepo, quien fue uno de los más duros críticos del ministro a la hora de hablar anoche en la sesión.
“Un gobierno que lleva al país a la más grave crisis económica por no ayudar a microempresas Que lo incendia con una tributaria inaceptable Que estigmatiza a su pueblo empobrecido que protesta Que permite a ilegales bloquear y secuestrar el sur del país Merece moción de censura”. Aseguró Lara Restrepo.
La moción llega con un Gobierno en rojo, el presidente Duque, en medio del paro ha cambiado a cuatro ministros (Hacienda, Cultura, Relaciones Exteriores, Comercio). Y ningún nombre ha generado fervor y motivación en el colectivo nacional, es más cuando se creía que el triunfo de etapa en el Giro de Italia de Egan Bernal, pausaria el ambiente de confrontación, solo fue una alegría más. Aquellos tiempos de los goles del Pibe Valderrama y Rincón para cambiar las angustias por alegría han pasado.
Metido en una camisa de 11 varas el ministro Diego Molano fue llamado a responder por casos de abuso de la fuerza pública en medio del feroz paro de protesta nacional. Hoy hay mucho video, pero las cifras son de análisis. Para la Fiscalía 43 personas han muerto, pero que solo hay pruebas de 17 en el marco de la protesta, mientras que varias ONG hablan de más de 40 homicidios que involucran uniformados del orden.
Diego Molano, tiene una gran ventaja, los partidos tradicionales siguen viendo en la institucionalidad el arma de la democracia colombiana, por eso entregar su cabeza, sería entregar al gobierno y de paso ganaría la ilegalidad sustentada en acciones por ejemplo las que acusan presencia del ELN en todo este proceso.
Sin embargo, nada está escrito, porque un gran número de congresistas, miran hacia adelante y adelante están las elecciones y no quieren pagar costos políticos, como el que vive hoy por ejemplo Fabián Castillo Suarez, por solo ser el ponente de la reforma a la Ley 100 de Salud.
Nada está escrito para el Ministro Molano, el país avanza de tumbo en tumbo, pero avanza… hay que esperar.