*El mandatario estuvo en Cali y los departamentos de Antioquia, Córdoba, Sucre y Bolívar, en ciudades y pueblos de este Caribe el jefe de Estado dio largos y emotivos discursos que sin duda generaron reacciones por todos lados y alejó mucho más de los puntos de encuentros al país.
Que yo recuerde, como dicen nuestros viejos, la llegada de un presidente de la República a un lugar, una ciudad, grande o pequeña, a un pueblo olvidado era símbolo de esperanza y de solución, a un problema, a una crisis, era el momento lirico de muchos aplausos a una gran inauguración.
Andrés Pastrana, cortó la cinta del Parque de la Leyenda en Valledupar, Ernesto Samper dio apertura al puente entre Plato y Zambrano, Santos inauguró la Villa Bolivariana en Santa Marta, antes su tioabuelo había construido la Villa Olímpica, Cesar Gaviria, inauguró el trasvase entre Pereira y dos quebradas, Iván Duque luego de más de 100 años de planeación y 11 de construcción, inauguró el Túnel de la Línea, el más largo de Latinoamérica.
Si hablamos algo de Álvaro Uribe entonces la historia dice que durante su presidencia el secuestro se redujo de 2282 a 213 casos por año y los homicidios disminuyeron de 29 000 a 16 000. La inflación era de 7 % en 2002, pasando a 2 % al final de su mandato. La tasa de desempleo pasó de casi 16 % a 11 % y la inversión extranjera pasó de US$2 mil millones anuales a US$7 mil millones en el mismo periodo. El producto interno bruto creció un promedio de 4.47 % al año y Colombia fue uno de solo 3 países que tuvieron crecimiento económico positivo durante la crisis mundial de 2008.
En fin, lo que queremos significar es que el país se construye sobre lo construido, y nadie que llegue al Palacio de Nariño puede solucionarlo todo o por el contrario no hacer nada, como dice Villazón ¡algo hace, algo hace!
En su gira el presidente Petro dejó entregado un edificio para la educación en Montería, predios en Palmito, tierras en San Onofre, sin embargo lo que más dejó fue confrontación, en sus discursos el pleito con expresidentes, congresistas y empresarios, la gira del presidente Gustavo Petro por Cali, Antioquia, Córdoba, Sucre y Bolívar, dejó sembrado un ambiente de guerra política, bastante lejos de aquel eslogan suyo de reconciliación nacional y paz total. Lamentablemente por momentos lo escuchamos calcando los discursos de Hugo Chaves o Nicolas Maduro, cuando se inventaban o inventan ataques para mañana de Estados Unidos, de la misma Colombia o arremetidas contra empresarios del país, o pajaritos que vienen de otro mundo. ¡Exprópiese!
A Cali, un territorio abatido por muchos problemas Petro, llevó el sorpresivo anuncio de una Asamblea Constituyente y a partir de allí su discurso estuvo lleno de datos falsos, exageraciones y ataques.
Postada.El pasado viernes, el Consejo de Estado le dio 48 horas a la Presidencia de la República para que responda un derecho de petición que presentaron el exministro Rafael Pardo Rueda y el exdirector de Sustitución de Cultivos Ilícitos Eduardo Díaz Uribe y además piden que se retracte en público por haber calificado como un “antro de política de corrupción” la política de sustitución de cultivos de uso ilícito durante el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos.
La declaración de Petro fue hecha el 10 de octubre de 2023: “En el modelo de sustitución propuesto por Santos, la plata no llegó, las administraciones contrataron unos intermediarios que llaman operadores, metieron la plata en fiducias y los operadores se tumbaron la plata. ¿O no? Los operadores se tumbaron la plata de los campesinos, es decir, la política de sustitución de cultivos generada en el Gobierno Santos es un acto de corrupción y hay que decirlo”.
Esta decisión del alto tribunal llega en la semana en que el presidente Petro, en cada discurso que dirige a las comunidades que visita, lanza datos falsos, exageraciones, ataques a la prensa y hasta amenazas.
Si hacemos una lista de sus discursos se sacan por lo menos 6 situaciones que generan una gran preocupación social, en Ecuador por menos tumbaron a Bucarán.
El Túnel del Toyo el falso dilema
Petro visitó Apartadó y allí armo pelea sobre una megaobra El Túnel del Toyo que busca conectar a Medellín con Urabá en cuatro horas, sin duda una obra importante para Antioquia.
Mirando al gobernador Julián Andrés Rendón, el jefe de Estado planteó un dilema: “Propongo es que miremos esto desde una óptica diferente, o sea, que pongamos el prisma, no solamente de las necesidades del gran capital, llámese Bogotá, llámese El Poblado (…) El acueducto regional de Urabá, vale un billón de pesos, hay un poco ya haciendo las cuentas matemáticas, uno podría decir cuánto vale el Túnel del Toyo, $5 billones, cuánto vale entonces el agua potable en Urabá, un billón. ¿Qué priorizamos?”, afirmó.
Pa’ que fue eso de una, el director ejecutivo de Intergremial de Antioquia, Nicolas Posada, salió en defensa del proyecto y aseguró que no son 5 billones, debido a que la obra tiene un avance de un 90 % en una primera fase con recursos de la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia por más de 2 billones de pesos y vigencias futuras del Gobierno de Juan Manuel Santos.
” En la reunión del presidente Petro en Apartadó lanzan una cifra al aire desde su equipo de ministros. Que el Túnel del Toyo cuesta cinco billones de pesos, dentro del documento Conpes 4010 del 30 de noviembre del año 2020, quedaron incluidos 1.4 billones de la Nación para la construcción de la fase 2 del Túnel del Toyo”, aclaró Posada.
Por tanto, los recursos que se necesitan para evitar que las obras se detengan en agosto son $650 mil millones de pesos, que han motivado la recolección de una ‘vaca’ propuesta a la ciudadanía por el expresidente Uribe.
Críticos al jefe de Estado señalan que la falsa dicotomía de ricos y pobres aterrizada a la política pública genera medidas que desconocen la evidencia, como lo señaló el representante Daniel Carvalho.
La segunda controversia en Tierra Alta Córdoba.
Ya aquí en el Caribe, el pasado miércoles durante un encuentro con víctimas del conflicto y campesinos, en Tierralta Córdoba, el presidente Petro fue interpelado por el alcalde de ese municipio, Jesús David Contreras.
“Eso que pasó ayer fue una desinformación. Lo que había aquí era un bloqueo porque a una comunidad no se le ha iniciado una obra cerca al río Sinú vía a Valencia. Ellos pararon, resistiendo y reclamando que esa obra no se ha iniciado. (…) de manera injusta esa comunidad fue tratada de delincuente. Eso que dijo nos dolió en el corazón”, dijo el alcalde, casi con llanto en su voz y mirando al jefe de Estado.
El episodio al que hace referencia el alcalde fue una declaración hecha por el presidente Petro el día anterior, desde el municipio de Ayapel en Córdoba. El mandatario en vista de que no llegaban las personas que esperaban para su mitin, regañó al Ejército y le pidió desbloquear la vía, porque, según él, el clan del Golfo no permitía la movilidad en esa carretera.
“El Clan del Golfo bloqueó las vías de acceso a Tierralta y la gente se está retirando por temor”. Y su voz se convirtió en grito: “¡Orden del presidente: ¡el Ejército llega de inmediato y me despeja las vías en Tierralta! (…) No entiendo cómo, teniendo el Ejército aquí, el Clan del Golfo está tapando vías, ¿quién tiene el poder aquí?”, agregó.
En rato en medio del culo y jopo y calor, se supo que no era el Clan del Golfo el que tenía bloqueada la vía, sino precisamente la gente del pueblo. Luis Emiro Ortega Doria, un agricultor presente en la protesta, le aclaró al presidente: “No entiendo el motivo, la razón, por qué el señor presidente Petro nos trata de paramilitares. Somos campesinos, luchadores. Que haga el favor y nos respete. Estamos dando la cara por nuestra comunidad. Si a nosotros se nos va la vía, ¿cómo hacemos para sacar nuestros cultivos?”.
Aunque el pronunciamiento del presidente Petro fue equivocado, la presencia de ese grupo criminal en el departamento de Córdoba –históricamente azotado por el paramilitarismo– es un hecho. Esta semana ese grupo criminal aceptó la invitación del Gobierno para llevar a cabo una negociación jurídica que los lleve a un acuerdo de paz. Para el caso del Magdalena el Clan del Golfo en el gobierno Petro ha crecido exponencialmente y ya esta en 24 de 30 municipios y un Distrito.
Ahora se la ‘entierro’ a Barranquilla
Parece que esta coloquial frase costeña fuera la utilizada por el presidente Gustavo Petro en relación a la hermosa y progresiva ciudad de Barranquilla. Las imprecisiones del mandatario, en muchos casos, se alimentan de rumores y paranoias sin ser contrastadas con los hechos. El presidente dijo: “Allá hacen reuniones con empresarios en Barranquilla para ver si se reúnen 100.000 millones de pesos para comprar votos para tumbar a Petro si es que hay Constituyente ya. Los berracos ya están pensando en comprar los votos para ver cómo se saca a Petro”.
Esta declaración, acabó con los sueños de pensar en el Carnaval del 2025, y despertó la molestia de dirigentes políticos, gremiales y hasta medios de comunicación. En su editorial de El Heraldo, la periodista Erika Fontalvo, se mostró indignada: “Sin fundamento y evidencias, tampoco elementos de juicio, porque hasta ahora no ha presentado ninguno, el jefe de Estado arremetió contra el sector productivo de la ciudad” y calificó como “alucinante” su relato. Otros fueron más allá, “el único responsable de que se perdieran los juegos Panamericanos, que Air-e este arruinando al comercio y a los barranquilleros para solo mencionar dos casos es él”. Dijo intergremial.
Barranquilla como un todo le respondió también le respondió que no todos le gritaron Fuera Petro, que todos se metieron con su hija en el estadio y que ellos no son responsables que su hijo Nicolás tenga tan cuestionadas amistades
Con su exministro Alejandro Gaviria que pide rectificación
Ni sus propios exministros se salvaron de las imprecisiones del presidente. En su discurso en Cartagena, el mandatario dijo que su exministro de Educación, Alejandro Gaviria “dejó perder un billón y medio de pesos que iba a las universidades y lo dejó trasladar al Fomag donde hay una olla de corrupción y la politiquería se come la plata. Por estar cuidándole el negocio a las EPS, por eso se fue de mi Gobierno”.
Gaviria ha calificado como absurdas las declaraciones del jefe de Estado y adjuntó pruebas de su gestión previa al traslado de esos recursos, pues ya no era ministro cuando sucedió. Dijo que interpondrá acciones legales pidiendo una rectificación: “Las calumnias e insinuaciones falsas de corrupción no pueden convertirse en la norma del lenguaje presidencial”. Acotó.
Para algunos analistas es evidente que el presidente está en campaña. Y aún no queda claro cuál será el camino pragmático para su propuesta que la semana pasada mutó de “Asamblea Nacional Constituyente” a “proceso constituyente”. Muchos opinadores y columnistas aseguran. “Si la Asamblea no se materializa en el Congreso -en donde el presidente ni siquiera logra que sus reformas estructurales pasen al tercer debate- el camino del mandatario sería uno “extraconstitucional”, lo que significa un escenario poco predecible y de incertidumbre en el tablero legal.
Petro en su galaxia fue a Providencia
Los discursos de Gustavo Petro son largos y por momentos tediosos, sin embargo, la gente se queda, y en especial de los pueblos por aquello de, ¡espérate ombe, ya nos vamos, que tal que ahora diga que nos va aumentar el subsidio! Se asegura que dio información falaz. Una de ellas fue la de la reconstrucción de Providencia, en donde la propia administración de Findeter de su Gobierno había reconocido el trabajo del Gobierno anterior luego del Huracán Iota categoría cinco, que devastó la isla.
“Nos traicionaron. Entonces el balance de una institución que es absolutamente esencial en este tema, (…) la UNGRD no solamente es un desastre de este Gobierno. Es un desastre desde que se fundó. A esa entidad se la han robado todos los años. Ha generado gente que se puede contar ya entre los más ricos de Colombia llevándose el dinero público a través de una contratación directa porque la ley la creó así, y en donde han pasado billones porque cada vez son más grandes los desastres. Casas de 600 millones en Providencia que yo cuando fui ya estaban agrietadas. Y las últimas casas que hicimos nosotros salen a mitad de precio. O sea que se estaban robando la mitad de la plata en cada casa”, esto fue en Sucre.
Esa aseveración contradice un informe de la Contraloría y otro de Findeter cuando su propio ministro de Hacienda Ricardo Bonilla era el director. “El costo de estas construcciones es de 702 millones para las de 114 m2, y 683 millones para las de 87 m2, valor que está explicado por los costos agregados del proyecto que incluyen transporte de materiales vía marítima, hospedaje, alimentación y tiquetes de los trabajadores que no residen en Providencia; maquinaria para excavación y logística interna, la estructura completamente en acero galvanizado, entre otros”, dice el comunicado de Bonilla firmado pasado 12 de diciembre de 2022.
Para esas obras, aunque los recursos provenían de la UNGRD, Findeter fue contratado como ejecutor de los proyectos de reparación y construcción de las viviendas. Esto significa que el presidente contradijo los informes de su propio ministro de Hacienda sobre la gestión de la reconstrucción.
Hay que meterse con Uribe, sino no tiene gracia…
En una tierra en donde se conoce que hay una gran estima por el expresidente Uribe Vélez como es Córdoba, Gustavo Petro afirmó que no pagaba el predial por sus tierras en el Urabá. “Es uno de los grandes propietarios de tierras la región, y no nos está pagando el predial por esas tierras. Yo propongo el acuerdo nacional, y una parte del acuerdo nacional es que por lo menos paguen los impuestos. Para con eso financiar la educación, la salud (…) El presidente nos debe mostrar cuánto es el avalúo catastral de las haciendas hoy incluías las de él, y cuántas si se actualiza el avalúo catastral”.
Uribe respondió de manera pública que “en 1961 mi padre compró unas tierras a don Manuel Ospina Vázquez, entre Tarazá, Antioquia, y Uré, Córdoba. De allá nos echó el EPL. Sin embargo, mi padre mantuvo vinculación a Córdoba hasta su asesinato por la Farc. Las propiedades se vendieron y se pagaron todos los impuestos. Yo pago los prediales a los municipios, no sabía que se deben pagar al Presidente. En los anexos de la declaración de renta el Gobierno puede verificar los pagos”.
Sobre la afirmación de Petro lo cierto es que esta parece una especulación no probada que no está soportada en documentación. Sin embargo, de manera ligera, el mandatario acusó a un expresidente de no pagar el predial por sus propiedades frente a cientos de ciudadanos en el departamento.
Estas salidas en falso son una de las características de la estrategia de comunicaciones de Petro. En Twitter ha publicado antes imágenes de hospitales falsos en Colombia, que en realidad correspondían a Venezuela. Y en otro episodio también referenció imágenes de una masacre que en realidad había ocurrido en Brasil. El presidente mezcla anuncios, como los del agua potable sobre las 4g, entrega tierras junto a empresarios, promociona su propuesta de constituyente sin que se sepa el camino exacto, y ataca a varios sectores que caen en su discurso, con muchos datos inciertos e imprecisos. Ese es el recuento de una semana de la constituyente.
Nace una pregunta ¿Qué implicaciones tiene para un mandatario mentir de forma sistemática?
El periódico el Colombiano, de quien hemos soportado parte de esta nota, consultó a Carlos Prieto, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana y este respondió. “Se trata de un recurso retórico y estrategia de comunicación dirigida a establecer una ‘narrativa’ que sustente acciones o decisiones. Se basa en un supuesto ‘criterio de autoridad’, según el cual la palabra del Presidente de la República es verdadera e incontrovertible. En el caso del actual mandatario, ese recurso sistemático al argumento engañoso va dirigido a reforzar su imagen de denunciante de presuntas injusticias y de consecuente reparador”.
Además, el profesor Prieto considera que ese tipo de salidas en falso son propias de un caudillo. “El simple escrutinio de los hechos demuestra la falsedad, o cuando menos, la ambigüedad de esos discursos y, antes que beneficiar a quien los formula, se surte el efecto contrario, de desprestigio por el orador y de cuestionamiento permanente de sus predicamentos”.