* El máximo directivo de la Universidad del Magdalena, regreso a una de las actividades que más le apasiona, dictar clases
El Rector de UNIMAGDALENA, es docente por vocación y considera que todos los directivos nunca deberían dejar de ser profesores. Imparte clases desde el año 2019 en la asignatura ‘Introducción a la Ingeniería Civil’ y considera que los profesionales en esta área juegan un papel fundamental en el desarrollo de los territorios, desde una fundamentación más armónica con los criterios de sostenibilidad y adaptación al cambio climático.
“La docencia es una vocación que no se debe perder nunca, porque para un docente compartir conocimiento con sus estudiantes y brindarles nuevas visiones del mundo se constituye en uno de los mayores logros y motivaciones profesionales”. Asegura el Rector Vera en su gratificante reencuentro con el tablero y los universitarios.
Pablo Vera Salazar, que es ingeniero del pregrado en UNIMAGDALENA, considera que, si bien hay una gran responsabilidad al dirigir el alma mater, hoy con cerca de 30 mil miembros activos entre estudiantes, docentes, administrativos y responsables de las demás funciones, hay también un compromiso con el territorio y es el de impartir conocimiento.
“Ver a la universidad llena de estos jóvenes nos entusiasma, y en mi caso, como docente de la Facultad de Ingeniería, este reencuentro con la cátedra de introducción a la carrera es una buena oportunidad de conectarse nuevamente con los estudiantes, con sus expectativas y, sobre todo, hacer ese tránsito frente a lo que se espera, a lo que espera la sociedad de los ingenieros civiles en este contexto post Covid”. Asegura.
Es el amor por la docencia y la responsabilidad para enseñar que llevan al Doctor Vera Salazar a poner en práctica no solo su visión de lo que se debe hacer en los salones de clases, también la aplicación de modelos que buscan mejorar la educación universitaria a través de herramientas y metodologías que lleven al alumno a adquirir conocimientos que puedan ser aplicables en el campo laboral y personal.
“El papel de la Ingeniería Civil debe permitir avanzar en un desarrollo de la ingeniería más armónico con criterio de sostenibilidad, que prepare el territorio para esa adaptación al cambio, al cambio climático, que enfrente el desafío del agua potable, del saneamiento básico, de la reactivación económica también, pero sobre todo, de incorporar todas esas transformaciones que luego del Covid se dieron, no solamente en los procesos educativos sino también en los procesos productivos”, también dice.
Uno de estos modelos y con los cuales se pretenden fortalecer diferentes asignaturas, iniciando con introducción a las carreras, es el enfoque CDIO, que traduce Concebir, Diseñar, Implementar y Operar, a través del cual se busca generar un aprendizaje basado en proyectos, procurando que desde el primer momento el estudiante asuma nuevos retos con respecto a su profesión.
Por eso para el Rector el desarrollo armónico con el territorio implica que la Ingeniería Civil incorpore tecnología, el uso de la fotografía aérea con drones, el uso de softwares de modelación mucho más avanzados, pero también, la integración con otras disciplinas. Y que los criterios de diseño se ajusten e incorporen temas de bioseguridad y sostenibilidad, los cuales hoy en día no es un cumplimiento normativo sino un imperativo de sobrevivencia.
“Así que para mí es una experiencia muy bonita reencontrarme con nuestros jóvenes, ver cada vez más mujeres en Ingeniería Civil es satisfactorio y, sobre todo, ver las ganas que tienen de retornar a un sistema educativo que les permita construir entre ellos ese sentido de pertenencia con su universidad, pero también, con su profesión”, dijo finalmente el Rector-Profesor Pablo Vera Salazar.