*En la noche del 26 de noviembre del año 2024 el ingeniero civil graduado como doctor en la Universidad Complutense de Madrid tomó posesión como rector por un periodo de 4 años (2024-2028) de la Universidad del Magdalena.
A menudo dice que la educación rompe cadenas de ignorancia, que es el principal camino para matar el mito ‘Que no se puede’ para vibrar con él ‘No iba, Ya fue’, se pone de ejemplo así mismo para decir que se puede trabajar vendiendo cervezas y refrescos en una cava y luego ser rector de una universidad o lo que se proponga.
Su vida ha estado llena de símbolos, tanto libro leído desde niño, su asistencia a la escuela pública podría haberlo llevado por momentos a desistir en creer en un ser superior que, a pesar de ser invisible, existía. Entonces cuando llegaron los golpes, se arrodilló y aunque no viera, lo sentía y fue entonces cuando decidió que sería su guía. ¡Después de Dios mi Mamá! Se lo dice a políticos, amigos, desconocidos y hasta contrincantes.
Y es ella su mamá la que a menudo pone de ejemplo de que luego de criarlo a él y sus hermanas, se dedicó como su hijo a las letras a leer y leer y trasnochar y madrugar para ser abogada, especialista y magíster, el símbolo de sus permanentes pasos, más valioso, más grande aquí en la tierra.
Es el primer rector que se posesiona para un tercer periodo en la Universidad del Magdalena, más sereno y maduro, quiere que la palabra compromiso sea su símbolo de lucha, entonces recibe la oportunidad por parte del Consejo Superior la oportunidad de firmar un documento que lo consagra como su rector por 4 cuatro años.
La noche sigue trayendo un símbolo tras otro, a parte de la foto al lado de la secretaria general eterna Mercedes De La Torre, llegan los indígenas Koguis y le entregan a él y su mujer una manilla que asegura su presente y su futuro con, se desea éxito, prosperidad y dicha, esa aseguranza también lo protegerá de los malos espíritus.
Seguido un nuevo símbolo y un nuevo reto, son los hermanos mayores Arhuacos que bajan de la Sierra para entregarle un bastón de mando y una mochila, el primero solo puede portar él o en su defecto su mujer, la segunda es el símbolo del esfuerzo, inteligencia y belleza de la mujer arhuaca, la mochila lleva adentro esperanza, meditación y sabiduría, su portador deberá ser un hombre de bien, sensible y audaz.
“Si tengo tantos gobernadores presentes como son estos de los pueblos indígenas para que más, que sean ellos los que me acompañen, el destino es el hombre y estamos dispuestos a luchar por la Universidad, más conscientes, con más amor”. Dice.
Están todos los actores de la sociedad a su frente, entonces Pablo Vera recalca que vendrán muchas obras físicas, pero fundamentalmente muchas obras para el hombre y la mujer que edificarán su conocimiento. Ambiciosos proyectos para devolver a los indígenas de la Sierra tanto entregado en 500 años, proyectos que aprecien el talento de los mayores, tras la propuesta de un mayor, Gustavo Cotes Blanco, ¡Que venga Talento Magdalena Senior!
El alcalde de la ciudad Carlos Pinedo Cuello, se sienta a su lado y es un símbolo de unión por el territorio, juntos quieren que nazca Talento Santa Marta, que empiece con 500 alumnos, un número que suena todos los días como símbolo de esperanza.
Dice Pablo Vera, que habrá obras físicas que van más allá de un render, y que deben ser una realidad el edificio Río Magdalena y otras más, serán símbolos de un trabajo continuo que pasó de 4 a 8 y que se espera se convierta en 12 años de prosperidad.
Pablo Vera, dentro de sus símbolos tiene presente el amor y entonces en público decide ir más allá de pensar en un hijo muy pronto, sino que sean trillizos, Pablo Hernán, Pablo José y Pablo De Jesús, si son niñas, los nombres debe darlos la mamá.
El símbolo de una institución sostenida en el tiempo por más de dos décadas en lo alto y concebida para que hombres y mujeres no la dejen caer, empieza un nuevo periodo, un nuevo proceso, con Pablo Vera Salazar a la cabeza. #EnBuenaHora.