*Una jornada cargada de hermandad, anécdotas, recuerdos, chistes;  risas y carcajadas y hasta lágrimas dejó el encuentro de amigos antes de terminar el año 2022.

El maestro Roberto Calderón, cerro la Parrandita Samaria, y de pasó blindó con su canto una costumbre que debe seguir en el tiempo//

Se necesitan dos contundentes acciones para hacer prevalecer en el tiempo un hecho, la constancia de sus fundadores y herederos que protejan el legado construido para hacer  historia, así podría definirse lo ocurrido el sábado 17 de diciembre con motivo de la octava Parrandita Samaria en predios del honorable Daniel Murcia Calderón, el anfitrión de oro.

La cita fue pactada para las 2 de la tarde, los primeros en arribar fueron el personal de logística, staff de bienvenida, que entregarían manillas y cachuchas, el chef de cocina, ayudantes y gente  de carga, la tarea sería larga e intensa, habría viandas parranderas, chivo guisado, lomo y cerdo asado y un sancocho parrandero ¡para que más!

La risa de Daniel Murcia Calderón y los demás parranderos lo dice todo, integración y diversión a todo nivel// Fotografía Federico Diaz//

“Será un espacio para el goce y disfrute de aquellos que amamos la música vallenata, pero, sobre todo, una oportunidad para estrechar lazos y compartir con amigos al lado de buena música y comida parrandera”. Había dicho Ricardo Montoya Infante, en un preliminar mensaje de WhatsApp, precisamente fue Montoya miembro de junta organizadora el primero en llegar junto a Felipe Cantillo, alguien tenía que estar al frente para hilvanar la arquitectura de lo que luego sería una gran parranda.

Mauricio Arrieta arribó con su combo, sus hermanos Fernando, José y Ricardo, su primo  Pablo Guillermo Sinning y su padre Fernando,  quien al caer la tarde sería homenajeado como uno de los parranderos de lujo que sostienen la costumbre de reunirse entre amigos a fin de mantener la unión a partir de un buen trago, como hace más de medio siglo cuando amigos como Aurelio Vives, José Ignacio ‘Nacho’ Vives, Rodrigo Linero, invitaban a los grandes juglares para parrandear, entre ellos Leandro Díaz, fueron tan buenos esos momentos, que el maestro se inspiró y compuso la canción la Parrandita, que dio origen a preservar la tradición, hoy más viva que nunca.

El exmagistrado Fernando Arrieta Charri, fue uno de los parranderos homenajeados, a la Parrandita llegó con sus hijos y familiares// Fotografía Federico Díaz//

En la octava versión, más orden y más exigencia para hacer inmortal el momento, entonces toma su acordeón Said Namen y un joven abogado de la UNIMAGDALENA, Roy Liñan abre su garganta para interpretar legendarias canciones de compositores que le pusieron el sello del vallenato puro, auténtico  y encargaron a Jorge Oñate, Los Zuleta, Diomedes Diaz entre otros, a fortalecer la tradición.

La Parrandita, se va llenando de gente, los convocados llegan vestidos de blanco, sea un suéter, una camisa de lino o una guayabera  habrá una foto oficial para la posteridad, Plutarco ‘Plu’ Vives, Ciro Monsalvo, el ya famoso por sus faenas futbolísticas, el dribling y su cintura de hule Roger Bermúdez, un hombre que sabe de vallenato como Juan Pablo Diaz Granados Pinedo y otro gran parrandero Raúl Salcedo y Julio Pizarro están presentes.

Profesionales de la medicina como Pachin y Ghino, empresarios como Plu y genios como Poncho y el Rígido se gozaron la tarde noche// Fotografía Federico Díaz//

Pero la Parrandita Samaria, concentra ciencia y sabiduría, entonces allí también llegaron ilustres hombres de la medicina, salvadores de vidas y  participantes de la alegría, ¡Parranda que se respete necesita de un urólogo! Diría montado en la tarima el gran William Fierro Marriaga, el público soltó la risa, y allí estaba el urólogo Jorge Pérez Katime, el cirujano  Luis Carlos López, con quien se recuerda al gran ausente Jorge Luis ‘El Negro’, el ginecólogo Álvaro Linero, el medico Anthony Linero, el internista Milton Vera,  el oncólogo  Javier Granados y si el cantante sufría una afección en la garganta ahí estaba el otorrino Antonio Urbina ‘Ghino’ para atenderlo, otro participe fue  el  neumólogo  John Pedrozo Pupo, quien escribió las memorias de Julio Herazo, el compositor de ‘Compae Chemo’ en el libro  Julio Herazo el Mester de la Juglaría Pocabuyana.   

Tengo pena con compadre Chemo
Tengo pena porque yo no fui
A esa fiesta de ese 2 de Enero
Y con tanto que le prometí
Me perdona, pero fue que yo
El da primero pa’ saca el guayabo
Fui a’onde Alirio y me tomé unos tragos’
Y el guayabo no se me paso
Vino un trago y vino el otro trago    

   

La esencia de la parrandita es la integración para reforzar la hermandad que viene desde el colegio, dijo Ricardo Montoya, Billy Elías, Alex Cotes lo secundaron// Fotografía Federico Diaz//

 

El vallenato nacido de la palabra de hombres del campo, multiplicada gracias a los patrones, dueños de fincas y ganaderos, tenía que tener en la Parrandita Samaria a luchadores de este mundo, entonces se hicieron presentes Pablo y Alirio Otero, Dimas Martínez y por supuesto Daniel Murcia, quien colocó al servicio de la Parrandita sus aposentos. Los hermanos Soto Laborde en cabeza de Lacides, fueron otros de los presentes, ‘Lacho’ es un fundador.

José Jorge Oñate y el Coco Zuleta, el hijo de Emiliano, luego de Said Namen, siguieron ‘blindando’ la Parrandita, trajeron al presente la grandeza del Jilguero de América, sus canciones pusieron en lo más alto al escenario, y es que escuchar a viva voz la Parrandita, el Más Fuerte, Lindo diciembre, Te Dedico mis triunfos, No Comprendí tu amor, es pa’ enterrarse un trago doble.

José Jorge Oñate encarna a su padre y Coco Zuleta, mueve los pitos del acordeón como su progenitor Emilianito//

A la Parrandita, había que meterle sentimiento y a la vez un humor fino, de eso se encargó Alfonso Campo Escobar, el ‘Mágico Poncho Escobar’, su gran verbo, su sentimiento puro por el vallenato lo catapultaron como el símbolo de que sin él la parranda es distinta. Primero hizo llorar a los presentes al rememorar la faena a su paso por esta vida de Jairo Diazgranados Acuña, el Cóndor Legendario.

Su hijo Jair, entre lágrimas recibiría la placa conmemorativa y agradeció poéticamente el sentido homenaje, en tarima se llamó a otro parrandero, para hacerle homenaje en vida, el exmagistrado Fernando Arrieta Charri, se encargó de entregar la placa Daniel, “Usted doctor Arrieta, representa para la sociedad samaria el sentido de la rectitud, el esfuerzo de la lealtad, el sentimiento de una sociedad correcta”, le diría Murcia Calderón. El abogado, conmovido, celebró la existencia de la Parrandita y se sintió orgulloso de pertenecer a ella.

La idea de revivir la Parrandita Samaria, nació desde el corazón de los exalumnos del San Luis Beltrán, aquí varios de ellos// Fotografías Federico Diaz//

El tercer homenajeado fue Alberto Ovalle Goenaga, un hombre construido para la abogacía y sin duda miembro de un linaje vallenato puro, sería también Ponchito Campo, quien lo recibiría en tarima para reconocer su aporte no solo al Derecho, sino al folclor, los hijos del maestro Ovalle, Alberto y Julio y su yerno José Eduardo Barreneche, sintieron como el corazón aumentaba en su latir, ¡Mamese otro trago compadre y aguante, aunque aquí hay médico de sobra», les dijo Francisco ‘Panchin’ Paternostro, el gran ‘Parien’, otro de los ilustres asistentes a la Parrandita.

Terminado los homenajes, Alfonso Campo, hizo ‘un solo de Poncho’, le mamó gallo al constructor Wilfrido Jiménez, a sus compadres Pablo y Alirio Otero, a Daniel y por supuesto a Ricardo Montoya y su Registraduría. Un minuto después llegó el maestro Roberto Calderón para sellar con un trofeo de oro, la estelar Parrandita Samaria, llamó a Luis Oñate Gámez, su periodista invitado para hablar de historias del vallenato y dijo con gracia, «la oposición nos cerró el micrófono, pero lo espero el otro año».

Alfonso Campo Escobar, ‘Poncho’, hizo gala de su verbo y su verso, en uno de los momentos más sublimes de la Parrandita, el homenaje póstumo a Jairo Diazgranados, la placa conmemorativa fue recibida por su hijo Jair// El lente mágico de Federico Diaz, siempre estuvo presente//

Roberto, habló y contó la génesis de sus canciones, porque se inspiró para construir las Cabañuelas, porque hizo ‘Me Quito El Nombre’, la canción que después de más de 30 años es hoy la más escuchada en las redes sociales en la voz de Silvio Brito, cantó Gano el Folclor, El Romancero y por supuesto Luna Sanjuanera. “He venido aquí con mucho agrado, a felicitarlos por su lucha por mantener el folclor vivo, por estar unidos y alegres, en defensa de lo nuestro, gracias Mauricio, Ricardo, compadre Poncho Campo”, les dijo el poeta.

La Parrandita Samaria, se selló con una gran foto de todos sus participantes, las risas que terminaron en carcajada, que tuvieron como antesala una historia, un cuento, un anécdota, afloraron, como diría el político !Se Potenció la Vida! se arropó la amistad y sin duda que se Blindó en Hierro un encuentro de hermanos.

¡Diomedes te provoca un trago… La demora me perjudica More!  

Said Namen, y Roy Liñan prendieron la fiesta para la historia. Parrandita #8//