*Una jornada cargada de hermandad, anécdotas, recuerdos, chistes; risas y carcajadas y hasta lágrimas dejó el encuentro de amigos antes de terminar el año 2022.
Se necesitan dos contundentes acciones para hacer prevalecer en el tiempo un hecho, la constancia de sus fundadores y herederos que protejan el legado construido para hacer historia, así podría definirse lo ocurrido el sábado 17 de diciembre con motivo de la octava Parrandita Samaria en predios del honorable Daniel Murcia Calderón, el anfitrión de oro.
La cita fue pactada para las 2 de la tarde, los primeros en arribar fueron el personal de logística, staff de bienvenida, que entregarían manillas y cachuchas, el chef de cocina, ayudantes y gente de carga, la tarea sería larga e intensa, habría viandas parranderas, chivo guisado, lomo y cerdo asado y un sancocho parrandero ¡para que más!

“Será un espacio para el goce y disfrute de aquellos que amamos la música vallenata, pero, sobre todo, una oportunidad para estrechar lazos y compartir con amigos al lado de buena música y comida parrandera”. Había dicho Ricardo Montoya Infante, en un preliminar mensaje de WhatsApp, precisamente fue Montoya miembro de junta organizadora el primero en llegar junto a Felipe Cantillo, alguien tenía que estar al frente para hilvanar la arquitectura de lo que luego sería una gran parranda.
Mauricio Arrieta arribó con su combo, sus hermanos Fernando, José y Ricardo, su primo Pablo Guillermo Sinning y su padre Fernando, quien al caer la tarde sería homenajeado como uno de los parranderos de lujo que sostienen la costumbre de reunirse entre amigos a fin de mantener la unión a partir de un buen trago, como hace más de medio siglo cuando amigos como Aurelio Vives, José Ignacio ‘Nacho’ Vives, Rodrigo Linero, invitaban a los grandes juglares para parrandear, entre ellos Leandro Díaz, fueron tan buenos esos momentos, que el maestro se inspiró y compuso la canción la Parrandita, que dio origen a preservar la tradición, hoy más viva que nunca.

En la octava versión, más orden y más exigencia para hacer inmortal el momento, entonces toma su acordeón Said Namen y un joven abogado de la UNIMAGDALENA, Roy Liñan abre su garganta para interpretar legendarias canciones de compositores que le pusieron el sello del vallenato puro, auténtico y encargaron a Jorge Oñate, Los Zuleta, Diomedes Diaz entre otros, a fortalecer la tradición.
La Parrandita, se va llenando de gente, los convocados llegan vestidos de blanco, sea un suéter, una camisa de lino o una guayabera habrá una foto oficial para la posteridad, Plutarco ‘Plu’ Vives, Ciro Monsalvo, el ya famoso por sus faenas futbolísticas, el dribling y su cintura de hule Roger Bermúdez, un hombre que sabe de vallenato como Juan Pablo Diaz Granados Pinedo y otro gran parrandero Raúl Salcedo y Julio Pizarro están presentes.

Pero la Parrandita Samaria, concentra ciencia y sabiduría, entonces allí también llegaron ilustres hombres de la medicina, salvadores de vidas y participantes de la alegría, ¡Parranda que se respete necesita de un urólogo! Diría montado en la tarima el gran William Fierro Marriaga, el público soltó la risa, y allí estaba el urólogo Jorge Pérez Katime, el cirujano Luis Carlos López, con quien se recuerda al gran ausente Jorge Luis ‘El Negro’, el ginecólogo Álvaro Linero, el medico Anthony Linero, el internista Milton Vera, el oncólogo Javier Granados y si el cantante sufría una afección en la garganta ahí estaba el otorrino Antonio Urbina ‘Ghino’ para atenderlo, otro participe fue el neumólogo John Pedrozo Pupo, quien escribió las memorias de Julio Herazo, el compositor de ‘Compae Chemo’ en el libro Julio Herazo el Mester de la Juglaría Pocabuyana.
Tengo pena con compadre Chemo
Tengo pena porque yo no fui
A esa fiesta de ese 2 de Enero
Y con tanto que le prometí
Me perdona, pero fue que yo
El da primero pa’ saca el guayabo
Fui a’onde Alirio y me tomé unos tragos’
Y el guayabo no se me paso
Vino un trago y vino el otro trago

El vallenato nacido de la palabra de hombres del campo, multiplicada gracias a los patrones, dueños de fincas y ganaderos, tenía que tener en la Parrandita Samaria a luchadores de este mundo, entonces se hicieron presentes Pablo y Alirio Otero, Dimas Martínez y por supuesto Daniel Murcia, quien colocó al servicio de la Parrandita sus aposentos. Los hermanos Soto Laborde en cabeza de Lacides, fueron otros de los presentes, ‘Lacho’ es un fundador.
José Jorge Oñate y el Coco Zuleta, el hijo de Emiliano, luego de Said Namen, siguieron ‘blindando’ la Parrandita, trajeron al presente la grandeza del Jilguero de América, sus canciones pusieron en lo más alto al escenario, y es que escuchar a viva voz la Parrandita, el Más Fuerte, Lindo diciembre, Te Dedico mis triunfos, No Comprendí tu amor, es pa’ enterrarse un trago doble.
A la Parrandita, había que meterle sentimiento y a la vez un humor fino, de eso se encargó Alfonso Campo Escobar, el ‘Mágico Poncho Escobar’, su gran verbo, su sentimiento puro por el vallenato lo catapultaron como el símbolo de que sin él la parranda es distinta. Primero hizo llorar a los presentes al rememorar la faena a su paso por esta vida de Jairo Diazgranados Acuña, el Cóndor Legendario.
Su hijo Jair, entre lágrimas recibiría la placa conmemorativa y agradeció poéticamente el sentido homenaje, en tarima se llamó a otro parrandero, para hacerle homenaje en vida, el exmagistrado Fernando Arrieta Charri, se encargó de entregar la placa Daniel, “Usted doctor Arrieta, representa para la sociedad samaria el sentido de la rectitud, el esfuerzo de la lealtad, el sentimiento de una sociedad correcta”, le diría Murcia Calderón. El abogado, conmovido, celebró la existencia de la Parrandita y se sintió orgulloso de pertenecer a ella.

El tercer homenajeado fue Alberto Ovalle Goenaga, un hombre construido para la abogacía y sin duda miembro de un linaje vallenato puro, sería también Ponchito Campo, quien lo recibiría en tarima para reconocer su aporte no solo al Derecho, sino al folclor, los hijos del maestro Ovalle, Alberto y Julio y su yerno José Eduardo Barreneche, sintieron como el corazón aumentaba en su latir, ¡Mamese otro trago compadre y aguante, aunque aquí hay médico de sobra», les dijo Francisco ‘Panchin’ Paternostro, el gran ‘Parien’, otro de los ilustres asistentes a la Parrandita.
Terminado los homenajes, Alfonso Campo, hizo ‘un solo de Poncho’, le mamó gallo al constructor Wilfrido Jiménez, a sus compadres Pablo y Alirio Otero, a Daniel y por supuesto a Ricardo Montoya y su Registraduría. Un minuto después llegó el maestro Roberto Calderón para sellar con un trofeo de oro, la estelar Parrandita Samaria, llamó a Luis Oñate Gámez, su periodista invitado para hablar de historias del vallenato y dijo con gracia, «la oposición nos cerró el micrófono, pero lo espero el otro año».

Roberto, habló y contó la génesis de sus canciones, porque se inspiró para construir las Cabañuelas, porque hizo ‘Me Quito El Nombre’, la canción que después de más de 30 años es hoy la más escuchada en las redes sociales en la voz de Silvio Brito, cantó Gano el Folclor, El Romancero y por supuesto Luna Sanjuanera. “He venido aquí con mucho agrado, a felicitarlos por su lucha por mantener el folclor vivo, por estar unidos y alegres, en defensa de lo nuestro, gracias Mauricio, Ricardo, compadre Poncho Campo”, les dijo el poeta.
La Parrandita Samaria, se selló con una gran foto de todos sus participantes, las risas que terminaron en carcajada, que tuvieron como antesala una historia, un cuento, un anécdota, afloraron, como diría el político !Se Potenció la Vida! se arropó la amistad y sin duda que se Blindó en Hierro un encuentro de hermanos.
¡Diomedes te provoca un trago… La demora me perjudica More!
Fina pluma que describe de manera perfecta la alegría de un momento fugaz. Gracias Edgar por dedicarle este tiempo a contar sobre algo que inició de la espontaneidad y que la misma ha hecho contagiar de felicidad a quienes nos acompañan. Un abrazo
Creo que ha sido el cabezazo pasado por Old Parr, o Buchanans, más constructor de hermandad y más integrador de la gente significativa de provincia, con los capitalinos y una forma de sentir la presencia del Magdalena. La parrandita, es una unión inspiradora de sociedad, generadora de progreso y desarrollo..!