«Aquí en esta casa por cárcel, si haber hecho na’, pero contento de que diosito lindo nos tenga con vida y pronto podamos nuevamente darnos un abrazo con la gente uno se quiere»
Dolcey Julio Gutiérrez De la Cruz, llegó a la pantalla de Facebook enfundado en uno de sus famosos sombreros, escogió el blanco, y gafas transparentes, minutos antes, su hija Zharina me responde a la pregunta de que si está pasando algo que no sale a la plataforma el maestro y responde “todo está listo, sino que él se alista, hasta perfume se echa, siempre quiere lucir muy bien”, nos reímos y en minutos aparece con una sonrisa descomunal, está a punto de empezar Edgar Salas y La Entrevista con el hijo de Nervití, corregimiento del Guamo Bolívar. El gran Dolcey Gutiérrez el especialista de la música picante.
Le preguntó sobre su infancia, el colegio y sus padres, prende la máquina de los recuerdos con la agilidad de un joven de 20, hoy el maestro tiene ya 79 años bien vividos. “Mi papá era un hombre adinerado, tenía mucho ganado y tierras, nací en cuna de oro, recuerdo que allá a la casa iban parar todos esos juglares, Alejo Duran, Abel Antonio Villa, Luis Enrique Martínez, mi papá era ‘malo’, los ponía a todos juntos a que se dieran ‘visuaca’ con ese acordeón”.
Contó que ese fue su primer contacto con la música, desde niño escuchando a esos grandes maestros, fue creciendo con el sonido del acordeón al lado y ese contacto se afianzó a conocerse con Aníbal Velásquez y el maestro Adolfo Pacheco. “Ellos son mi gran influencia de la juventud, en el colegio era muy tremendo, en esos colegios internado hice de todo, maldades de pelao, sonar una campana en la madrugada, por ejemplo, le echaban de uno e iba a parar a otro, le hacía verso a los profesores para que me perdonaran, fue una época única de aprendizaje y diversión.
Hay emoción y aplausos virtuales, los internautas no pueden creer que Edgar Salas y la Entrevista, esté hablando de su vida y vivencias el mismo que por décadas los ha hecho bailar y reír en las casetas de este Caribe carnavalero.
“Edgar la verdad que yo me siento agradecido con su invitación, cuando usted me homenajea y me cuenta y lee lo que dice la gente de mí, eso me llena de orgullo, me siento importante de ser importante para ustedes, este es el momento en donde le digo a Dios gracias por todo lo dado y le picó el ojo para que me deje vivir otro ratico”.
El maestro Dolcey se encamina a sus recuerdos de cómo empezó todo musicalmente, “como usted lo dice Edgar, es la mejor definición, así es, lo empecé por lo alto, le cante a Aníbal Velásquez ‘Cantinero sirva el trago’ y de una le gustó, lo supo el gerente del sello musical Sonolux y de una me puso a grabar en 1963 con esta canción cuyo nombre original “Parranda en tecnicolor”, fue algo mágico a todo el mundo le gustó y hasta nuestros días.
Cantinero sirva trago, cantinero sirva trago
Que me voy a emborrachar, que me voy a emborrachar (bis)
Y tú qué vas a tomar
Que me den un trago de vino
Que me den un trago de ron
Para mí un trago de ñeque
Para mí un trago y chirinche
Para mí un trago y cerveza
Para mí un trago e wishky (bis)
Y tú que vas a tomar…
A mí que me den un tinto, pero me lo dan con pitillo.
Le leo más mensajes y se emociona, “maestro Dolcey gracias por todo”, “gracias por hacer de nuestras vidas un momento de felicidad y alegría al escucharlo hablar y cantar”, “que lindo homenaje a un grande”, se lee.
El artista afirma que no le preocupa mucho su apariencia física como su parte espiritual, ya que, según él, Dios lo dotó de una chispa única que le ha permitido sacarle provecho a cualquier situación para luego convertirla en música.
“Todas mis canciones tienen un origen divertido, ‘señorita a como la chupa’ fue una pregunta que hice en un almacén de repuestos porque al carro le habían fallado los frenos, y vea esa muchacha casi me pega (risas) he compuesto canciones de trabalenguas, como esa del pato y es que estaba en un patio y esa cantidad de animales se metían entre las patas de la mesa, salían entraban, mejor dicho (risas)
Un pato le dijo a una pata
Patán patitraigo de pata pa’rriba
La pata de un pato de un pato patán
La pata le dijo
Patón patalarga patán que a tu pata no quieres
La pata pa’rriba que le traigo un pato patón pata larga patán como tu
Le tiró la pata al pato la pata
Y la pata cogió al pobre pato a pata… (bis)
El maestro en su diálogo hace un espacio donde le da gracias a Dios por todo lo dado y da testimonio como el Señor hizo milagro en su cuerpo, “Así literal, Dios me sano un cáncer en uno de mis riñones, le hablé de tú a tú y le dije papá no me lleves aun, yo aún tengo mucho que dar, esos pelaos mis están muy biches dame una oportunidad más, y así fue Dios me hizo el milagro y aquí estoy dando testimonio”.
En homenaje al regalo divino grabó un trabajo donde canta con dos de sus hijos y esas alabanzas también se vendieron como pan caliente, aunque su intención fue regalarlas, pero la gente le decía. ¡No señor este es su trabajo y por eso hay que pagarle!
“Soy de los que creo que sin Dios nada somos en la vida y a él siempre encomiendo cada una de mis presentaciones, para que todos pasemos un rato diferentes y nos vayamos a casa con una sonrisa”.
En 1983 graba ‘Ron pa todo el mundo’, de Freddy Solano Serge, la canción se convirtió en el éxito del año ganó Congo de Oro en los carnavales de Barranquilla y viajó por el mundo gracias a esa canción “Fui a cantar a Miami y estaban todos los grandes Zuleta, Diomedes, Binomio, Salseros, Merengueros y yo me sentía como el más chiquitico ahí, el presentador ni siquiera dijo mi nombre ‘con ustedes el cantante de Ron pa todo el mundo’ se le escuchó decir… vea compa esa vaina parecía un mar de un millón de personas, mucha cosa impresionante, me pagaron diga usted como 10 mil pesos por el toque y me gane con 100 millones entre cubanos, dominicanos, venezolanos y colombianos que me llevaron de casa en casa a tocarle ‘Ron pa todo el mundo’.
A ese momento del diálogo hay una compenetración total entre el artista, el entrevistador y el público virtual, la gente estaba feliz.
En el 2006 Dolcey Gutiérrez estrenó el álbum “Hijo de tigre nace pintao”, en colaboración de su hijo Dolcey Gutiérrez Jr., quien se destacó tocando el acordeón. “Vea esa si es la verdadera continuación, se llama como yo, es simpático como yo, toca mejor que yo y canta, ese si es un verdadero heredero”.
El maestro habló de muchas de sus canciones que le dan éxito y ganas de seguir cantando “Vuelve victorioso”, con el sello Discos Victoria, el cual contiene sencillos como “Agua bendita, “Quien se murió” y “La guanábana”, entre otros. “Acordeón y Rap”, bajo el sello Discos Fuentes, este contiene sencillos como: “El hayaquero”, “Sensual” y “Goza mi punta”, entre otros.
“Rock and Ron”, con el sello Niva Récords, entre las canciones del álbum están: “El Sepulturero”, “Preguntas del carnaval” y “Rock and ron”, entre otras.
El 12 de diciembre de 2016, Dolcey Gutiérrez, estrenó su álbum “Sigo dando palo” bajo el sello Niva Records. Este disco incluye 15 canciones, entre las que están: “Pa bebé’ si hay” y “Recocha carnavalera”, entre otras.
“En Santa Marta tengo dos buenos amigos Daniel Zeheferin y Eduardo Ternera, a Daniel yo lo hecho famoso (risas) hubo una época que los trabajos eran una canción mía otra de Daniel, tiene muchas canciones ‘Cara de Jiraba’ y sin duda ese gran éxito de carnaval ‘Ay no me mate’, una canción que apenas asoma el carnaval sale a la palestra pública, Eduardo Ternera también me ha entregado buenas canciones.
Un sábado en la noche pa tiempo e carnavá/Estaba yo en mi coche cuando salió un disfraz/ salió con un revólver porque me iba a matá/ y yo todo asustado solo pude gritá: “No no me mate, déjeme gozá, máteme si quiere después de carnava/
El tiempo pasa y ya tenemos una hora y 10 minutos de entrevista, Edgar Salas y la Entrevista está a punto de finalizar, hemos sido testigos de una emocionante entrevista cargada de historia, anécdotas y folclor. Homenaje a Dolcey Gutiérrez el especialista de la música picante, el del doble sentido, el icono de la música alegre
Un homenaje al gran Dolcey el del sombrero blanco y las gafas transparentes