‘La Guerra de las Sillas’, Pablo Vera y otros muchachos le salvan la vida a Carlos Caicedo, la historia que no conoce Kamila Andrea Sulvarán Escobar.

El periódico Hoy Diario del Magdalena tituló el 6 de julio de 1997 “A puño patá y trompá se enfrentan sindicalistas y estudiantes en la U”, pero se habían quedado cortos, lo que hubo fue una verdadera batalla campal, los trabajadores sindicalizados de Unimagdalena habían arrumado una cantidad de sillas, de esas de patas de hierro, frente a la entrada de la rectoría, lo que hoy es el bloque 2,3 y 4 del alma mater, el objetivo no dejar entrar al rector de ese entonces Carlos Eduardo Caicedo Omar.

Uno de los letreros colocados por la egresada Kalima Sulvaran//

Gobernaba al Magdalena Jorge Caballero Caballero, el más joven mandatario del país (27 años), una de las ‘papas calientes’ de su mandato era sin duda la aguda crisis que vivía la casa de educación superior, le había encomendado la tarea de recuperarla a Alfredo Correa de Andreis (q.e.p.d) pero no aguantó la presión sindical y se fue.

Entonces Caballero  decidió designar a Carlos Caicedo, uno de sus más activos funcionarios de la época, Caicedo fue a la U y se topó con el movimiento estudiantil decidido a todo o nada para salvar su proceso de educación.

Ese 6 de julio de 1997 fue la madre de las guerras, la crisis estaba en el punto más alto y las armas de Carlos Caicedo eran los estudiantes su peor contradictor un sólido y fuerte sindicato, entre palabras que iban y venían, insultos y ofensas   la cuestión terminó en trifulca.  Puño, trompa, patá y sillas esas que ya no vienen, las de las patas de hierro volaron.

Hoy Unimagdalena cuenta con mas de 22 mil estudiantes

Carlos Caicedo, un hombre relativamente frágil físicamente, contó con el apoyo de esos muchachos como Pablo Vera Salazar, estudiante de ingeniería y otros como Rafael Alejandro Martínez, el exalcalde, Carlos Labarces, William Retamozo, Pedro Mercado y Efraín Olivo, un excelso tirador de ‘muñeca’ de los buenos. Ellos, literalmente. le salvaron la vida al hoy gobernador del Magdalena, ganaron la batalla contra los sindicalistas  y de paso se construyó una calle de honor donde solo faltó una alfombra roja, que le dio paso a la rectoría en la cual estuvo por seis largos años.

Hace unas horas, el muchacho de ese entonces, hoy rector de Unimagdalena, Pablo Vera Salazar, sintió la necesidad de pedir perdón a sus mayores y en un acto altruista y cargado de nobleza les devolvió la sede sindical a quienes enfrentó hace 24 años, “señores   Robert Ferrer, Rafael García, Armando Restrepo, ese día luego de enfrentarlos, vandalizamos su sede, en un hecho que no tenía por qué darse y hoy les devuelvo una sede para la actividad sindical para que defiendan sus derechos, sé que el rector de ese entonces los persiguió y afectó de manera dramática sus derechos, eso tampoco se puede hacer en democracia”. les dijo. 

Carlos Caicedo exrector y hoy gobernador del Magdalena//

El episodio de la salvada a Carlos Caicedo Omar, quedó consignada como la ‘Guerra de las Sillas’ olvidada por muchos y recordada por sus actores, y viene a la memoria como aquel programa de televisión “Revivamos Nuestra Historia” que estuvo al aire entre 1979 y 1986, este dramatizado histórico, revivió los momentos más importantes de la Historia de Colombia.

Y como estamos seguros que la joven   Kamila Andrea Sulvarán Escobar, la Universitaria adscrita a la Secretaría de Promoción Social de la Alcaldía de Santa Marta, no la conocía vale la pena contarle, ella que se hizo famosa por vandalizar el portón y la pared de su Universidad del Magdalena y colocó letreros como “Pablo Vera paraco”, “Universidad Uribista hp”.

Lo hecho por Kamila Andrea, a quien acusan de ser mandada por el movimiento Fuerza Ciudadana que lidera precisamente Carlos Caicedo para que cumpliera con ese hecho vandálico lleva a recordar otro hecho histórico, la Universidad del Magdalena, es la verdadera JOYA DE LA CORONA del territorio, lo mejor de lo mejor.

Y a esa Joya comenzó a reconstruirla Carlos Caicedo Omar, porque antes de él mucha gente empezó la construcción y después de él otro montón de gente la sigue construyendo, pintar a la Universidad de manera obscena es un muy grave error de quien haya instrumentalizado a Kamila Andrea, perdiendo de vista que gracias a lo que hicieron esos muchachos hace 24 años en cabeza de Pablo Vera Salazar, es lo que hoy es, Carlos Caicedo.

Si se dan cuenta, Carlos Caicedo aún hoy comienza sus discursos diciendo todo lo que hizo en la Universidad y fue ese discurso el que lo convirtió en alcalde y luego subió a Rafael Martínez, quien también tiró puño y patá el día de la ‘Guerra de las Sillas’ y luego trepó a Virna Johnson en la Alcaldía quien fuera su secretaria en  Unimagdalena.

Meterse con la Universidad pintándola a través de Kamila Andrea Sulvaran, es como pegarle a la mamá, porque la U fue la génesis de Carlos Caicedo   para ser lo que hoy es, amenazar la vida de Pablo Vera Salazar es como tratar de afectar al hermano de luchas titánicas, ofender a la Universidad es apagar la antorcha luminosa del Caribe

Decir que la Universidad es paraca, es ofender a 24 mil personas de pensamiento diverso e incluyente, decir que la Universidad del Magdalena es guerrillera, es lastimar su esencia investigativa, académica y de extensión

La Universidad del Magdalena, acreditada por alta calidad, más internacional que nunca, creciendo y resiliente después del paso de Carlos Caicedo sigue siendo un faro de emociones y orgullos, no hay nada comparado en el territorio, nada la supera, no hay mejor ejemplo señores, es un pecado mancharla.

Me imagino que Kamila Andrea Sulvaran Escobar, si lee esta nota debe estar pensando que se equivocó, pero más allá de querer borrar sus letreros, debe estar consignando a favor que en la U siempre le enseñaron a pensar y a imponer su criterio que no somos nada, sino hay libertad de pensamiento.

El letrero se borra, la falta de criterio si es el verdadero peligro querida Kamila Andrea. #Salud