Por: *Alberto Camilo Blanco

El fin de semana luego del triunfo del equipo de mi tierra, las redes sociales se apoderaron de los últimos dos minutos del partido y a partir del segundo gol se ha hecho fiesta, la crítica no ha cesado, pero quienes vimos los 96 minutos completos del encuentro tenemos sin duda una mirada fresca y objetiva de los hechos.   

Se hace a propósito una presentación mayúscula del resultado, con el fin de tener elementos de juicio aislados conque desacreditar la victoria y el consecuente ascenso del Unión. Teniendo en cuenta que se trata de un equipo histórico del balompié nacional, nos parece por lo menos injusto una condena miserable con un juez que acusa y sin un defensor de oficio que diga lo contrario.

En el global, del partido se jugó con toda la deportividad que demanda la ética y moral pregonada a los cuatro vientos por la FIFA. Los que vieron el partido como yo, pueden dar testimonio que, en el contexto del juego, ambos equipos se entregaron de cuerpo y alma por la victoria y en ese mayúsculo esfuerzo deportivo Llaneros, tuvo las mejores opciones y tan solo la eficacia le sirvió para convertir una, dentro, repito de un abanico de posibilidades.

El máximo accionista del Unión Magdalena, Eduardo Dávila Armenta, entró a terciar en la agría polémica y se preguntó ¿Porqué no hablar de los 6 minutos que dio el arbitro? Donde ha podido ser Llaneros quien hubiese hecho el segundo gol//

Ese precisamente es el fútbol oportunidades erradas, oportunidades convertidas, lo veíamos cada domingo, hoy cualquier día que se programe un partido, y se repite y valora esa máxima…’Los partidos terminan cuando terminan, cuando se da el pitazo final, no antes’. Y eso fue lo que ocurrió en este encuentro.

Unión, anotó en franca lucha futbolística y empató el partido. En el último minuto, quizá desconcertados los locales ante la inexorable terminación del tiempo, bajaron la guardia y se rindieron, ante la deportividad y el juego limpio y el Unión, aprovechó y anotó el gol más valioso de este siglo y ascendió. ¡Eso fue lo que pasó y yo vi!

Un minuto de oscuridad, ante 94 de claridad. Es verdad que no hay minuto que se escape de la ética y la moral.  Tendrá el tribunal de la DIMAYOR, todo el acervo para investigar y sancionar a los jugadores de Llaneros involucrados en estos definitivos 60 segundos. Porque lo que es el Unión Magdalena, se ganó su ascenso con creces, sacrificio e injundia y pundonor.

El partido de principio a fin estuvo lleno de emociones, solo al ver los tres goles, la narración y comentarios de los periodistas muestra un contexto distinto a los últimos segundos del segundo y definitivo gol del triunfo//

Sería oportuno y necesario averiguar porque Fortaleza se debilitó y se desplomó sobre el final. Tienen razón en llorar sus seguidores por la forma como se les fue como agua entre las manos en los dos últimos juegos la posibilidad de ascender a la A, fíjense, eso también le pasó al Unión Magdalena en varias ocasiones y nuestro corazón se hacía añicos.

Mi humilde solicitud es que revisemos por favor los 94 minutos y por supuesto el último también, para contextualizar lo que pasó en todo el juego.

Unión está en la A y los samarios que vimos todo el partido estamos felices con su retorno a un campeonato en donde dueño, directivos, jugadores, logística, deberán estar preparados a fin de demostrar que valió la pena el esfuerzo y que sin duda como todas miradas se posaron en nosotros, se hace necesario actuar en cada partido no solo por el juego, sino la dignidad.  

Una cosa si es cierta, aunque nazcan todas las investigaciones, la presión mediática y hasta la intervención del presidente Iván Duque, Unión está en la A y así lo corrobora la DIMAYOR//

*Alberto Camilo Blanco, es un reconocido docente de instituciones de educación en Santa Marta y por años comentarista y analista deportivo en varias emisoras de Santa Marta, escritor de por lo menos dos libros sobre deportes y en esencia de la historia del Unión Magdalena, además con incursión programas y corresponsalía de televisión//