*La superstición y creencias llevadas al cine y la televisión han dado a estos dos animales un estigma de ser portadores de la mala suerte, brujería o la misma muerte.

Lo primero que hay que decir es ni el Búho ni las lechuzas son capaces de ofender al hombre, como este si es capaz de acabar con su vida en un par de patadas, muy al contario los dos son aves rapaces ‘barómetros ecológicos’ que ayudan a medir que tan sano es un hábitat.

El de los ojos grandes y vivos, ella de mirada tierna y profunda, tienen una alta representación en el departamento del Magdalena con al menos unas 8 0 10 especies, por eso desde la Corporación Autónoma Regional del Magdalena-CORPAMAG-, se propende por su preservación.

“Estas aves rapaces, como el búho y la lechuza sufren de maltrato debido a supersticiones y creencias, siendo catalogadas como aves de mal agüero. Muchas de ellas son golpeadas y apedreadas, llevándolas a la muerte o dañando sus alas. Es por ello que la Corporación Autónoma Regional del Magdalena -CORPAMAG, invita a la comunidad a no agredir a estas especies, respetarlas y conocerlas, entendiendo que cumplen un rol muy importante en los ecosistemas, como controladoras de plagas, como ratones, ratas e insectos”. Explica el director de la Corporación Carlos Francisco Diaz Granados.  

El búho es más grande y robusto que la lechuza. Se destaca por su cabeza redondeada y los ojos mucho más próximos entre sí. En cambio, las lechuzas tienen los ojos en forma de almendra, es decir, mucho más estilizados//.

Por su parte el coordinador del Centro de Atención y Valoración de Fauna y Flora Silvestre-CAVFS- comenta que cuando alguien se   encuentre con un búho o una lechuza cerca de su vivienda, tenga en cuenta que son especies nocturnas, es importante dejarlas tranquilas ya que no representan ningún riesgo para el ser humano. “Ellas luego se desplazan a su hábitat natural. No hay que agredirlas o ahuyentarlas por creer que representan problemas con la muerte o con las brujas, lo que podemos hacer es admirarlas por su belleza y recordar que prestan una función ecológica supremamente importante en los ecosistemas”, agrega.

Las lechuzas y los búhos tienden a dormir la mayor parte del día y salen a cazar durante la noche. Por eso sus llamados causan miedo para algunos, sin embargo, estos hábitos las ayudan a conseguir mejores presas y a cazar con mayor efectividad.

El grupo de los estrígidos, al cual pertenecen los búhos y las lechuzas, tienen una alta representación en el departamento del Magdalena con al menos unas 8 0 10 especies, entre ellas: el Autillo de Santa Marta (Megascops gilesi) endémico en la región, el cual vive en altitudes superiores a los 1.800 metros por lo que no es común en las áreas bajas.

También, existen tres (3) ejemplares que son más comunes en las áreas urbanas como la Lechuza de Campanario (Tyto alba) ; el Currucutú (Megascops choliba); el Búho Pigmeo, entre otros.