Las dantescas imágenes de ciudades como Quito y Guayaquil en Ecuador en el año 2020 donde se veían cuerpos de personas muertas en las calles ante el colapso de la red hospitalaria vienen a la mente de los samarios, ante lo incontenible de los contagios diarios por Covid-19 y el anuncio de falta de oxígeno por las clínicas de la ciudad.
La Clínica de la Mujer estampillo en su puerta de entrada un letrero en donde dice que ‘temporalmente’ no recibirá urgencias, la razón, si llegasen a necesitar oxigeno complementario hoy no lo tienen, así de sencillo.
Desde la entidad de salud que heroicamente se ha venido prestando un servicio a fin de salvar todas las vidas posibles en esta pandemia y antes de ella, se cuenta en el escrito que están en la máxima capacidad de su logística y por lo tanto había que anunciar dicha situación.
La emergencia sanitaria tiene en jaque no solo a la Clínica de la Mujer, sino que otras entidades de salud como su par Avidanti, atraviesan por la misma situación ante avalancha de enfermos que ha provocado el tercer pico de la pandemia, provocando un escenario nunca antes visto.
Esta situación de emergencia solo podrá tener un aliado eficaz, que las personas se cuiden, el autocuidado este más presente que nunca y que la disciplina social se haga costumbre a fin de cortar la cadena de contagio en el territorio.
El llamado también es a que la ciudadanía aproveche en la medida de las posibilidades hagan uso de las alternativas que brindan distintas aseguradoras de salud como la atención en casa o las teleconsultas.
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