*El 19 de agosto Carlos Caicedo salió del país, el gobierno nacional informa que, tras pedir vacaciones, hace 72 horas se denunció que se había ido por una seria amenaza de muerte, desde hace 48 las redes sociales se revientan con mensajes de respaldo y otros de incredulidad.
Lo primero que hay que decir es que la vida es sagrada, por lo tanto, ningún ser humano tiene el derecho de arrebatársela a otro, porque le da su gana, por muchas diferencias, políticas, religiosas, de raza, económicas o lo que sea… ese derecho está reservado para Dios, los que creemos en él así lo consideramos.
Lo segundo, la situación de la denuncia de amenaza de muerte contra el gobernador Carlos Caicedo, trascendió rápidamente de lo judicial a lo político y eso es sumamente peligroso, porque entra en un escenario de la subjetividad y lo que en un principio es una situación de vida o muerte, se desvanece en una confrontación de dimes y diretes que en nada favorece, mientras que los posibles asesinos, deben estar cagados de la risa. ‘Mira como los tenemos matándose entre ellos’ pueda que estén diciendo.
Tercero, que vaina, es cuando pasa por mi mente volver a hablar de puntos de encuentros, ha quedado demostrado hasta la saciedad que el gobernador tiene amigos, seguidores, admiradores, colegas, simpatizantes, colaboradores, trabajadores, hinchas, fanáticos y lo que usted quiera sumarle, que lo respaldan, que lo animan, que lo rodean; que lo protegen.
Cuarto, también queda demostrado que el mandatario más votado de la historia del departamento tiene distancias insalvables con mucha gente, fueron miles los que no votaron por él y que nunca lo harán, no creen en sus propuestas, ni discursos, se fastidian con el color naranja de su movimiento y lo creen un populista de la izquierda radical, pero sin duda podríamos decir con seguridad que jamás querrán su muerte, ni maquinaran para que así sea.
Como no hay quinto malo, entonces hay reflexiones y preguntas que necesitan respuestas para poder avanzar, ¿Por qué? Porque la vida sigue, no nos podemos estancar en este punto, ya lo demostró el mismo gobernador que en medio de la pandemia, iba a los pueblos entregaba ambulancias, lanzaba programas de educación y caminó las calles de Santa Marta para gritar ¡Abajo Duque! La pandemia asesina no lo detuvo, él siguió adelante.
No hay quinto malo, y una flor pregunta ¿A parte de la seguridad que brinda el Estado, que ya dijo que el señor Caicedo tiene la seguridad más robusta que gobernador alguno en el país, que otras medidas hay que tomar en el Gobierno para garantizarle su vida? ¿Cuáles son las garantías que piden?
Sin duda que después de la movilización, los comunicados de respaldo, el apoyo y las investigaciones de los órganos de seguridad se debe pasar a lo fundamental. Porque Carlos Caicedo no podrá gobernador al departamento con más de un millón de magdalenenses por Twitter, porque la gente que lo quiere y votó por él querrá verlo desarrollar acciones de mandato obligatorio por la Constitución entre otras cosas.
Si del gobernador se dice que lo protegen más de 30 hombres armados y expertos en inteligencia y acción de defensa y ataque, con logística y vehículos blindados, es bueno saber ya ¿Qué más necesita para que regrese al país y se ponga al frente de lo que más le gusta hace 25 años mandar, dirigir, ordenar gobernar?
No hay duda, el departamento necesita a su gobernador ejerciendo el cargo y cumpliendo su plan de gobierno con el que convención a los magdalenenses para que votaran por él. !Basta ya! Que ahora se someta a una guerra de redes con los medios nacionales, con los opositores políticos y cuanto sujeto se atraviesa. Eso es una muerte lenta del territorio, que se ve afectado sin el gobernante que debe llevar progreso y mejor calidad de vida a sus habitantes.
Lo fundamental, es trascender, ¿Qué necesita el gobernador Caicedo para regresar a gobernar? ¿Qué deben hacer los cuerpos de seguridad para seguir protegiendo su integridad como han hecho hasta ahora? ¿Cuál es el memorando solicitado por el mandatario para pasar de este trance que atrasa y no deja ningún dividendo positivo al territorio? ¿Cuáles son las garantías de las que todo el mundo habla? ¿Cómo jefe civil de la Policía que tipo de solicitudes o recomendaciones se hacen? ¿Cuándo regresa al país?
Bien dice el cacique y filosofo de la Junta “Yo soy yo y mis circunstancias”, se necesita sin duda enfrentar las circunstancias y dar el primer paso en busca de los puntos de encuentro a ver si salimos de este cipote trancón.