*Como ningún presidente anterior el nuevo jefe de Estado ya lleva varias posesiones simbólicas antes de la oficial esta tarde del 7 de agosto del 2022, sentado en el sardinel de la puerta y entre vecinos podemos decir que:

Gustavo Petro Urrego es un hombre de muchos símbolos, en campaña empuño en su mano derecha y no la izquierda un rosario que, por fe y por política, le sirvió para contrarrestar los gritos de quienes le decían ateo y ratificar el apoyo de los creyentes católicos y de otras vertientes cristianas. Ya sentado en la segunda vuelta cambió la camándula por una manilla tricolor, ‘esta es mi investidura intima’ le diría a los más cercanos el 19 de junio pasado.

Petro es muy distinto a Iván Duque en las formas y mientras él es amigo de las masas y dominarlas a fin de dar ese giro del que habla para que haya el Cambio que pregona, Ivancho se encerró de tal forma que cuando quiso asomarse a la puerta era demasiado tarde y esas bodegas genuinas y disciplinadas que habían empezado a actuar el mismo día que Petro perdió, terminaron por aplastarlo.

Si Diomedes Diaz, ese gran filósofo de la junta decía ‘la tierra tiene sed y yo tengo sed de amor’, y después de 3 minutos y 24 segundos, remataba ‘la tierra calmó su sed y yo sigo con mi sed de amor’, pues bien, Iván Duque cometió el error de ofrecer nada más y nada menos que en Pescaito, el barrio más emblemático de Santa Marta que traería agua para todos los samarios y hoy se va y no lo hizo, ese hecho de campaña lo alejó del corazón de la gran mayoría de los hijos de la ciudad de Bastidas.

Una obra en materia de energías limpias se inició en la Sierra, pero sin duda el ofrecer agua para Santa Marta y no poner una sola piedra, merma cualquier reconcilio de Iván Duque con los samarios//

Gustavo Petro, ha dicho que hay que hablar, que la palabra debe ser la fuente para la reconciliación y así alcanzar la paz total para luego vivir sabroso, también en su reciente venida a la ciudad, expresó que no hay que hablar por hablar y hay que cumplir lo que se promete.

Duque se va sin dejar una obra grande en Santa Marta, lugar donde se refleja lo que hace un mandatario nacional para el resto del  Magdalena, Andrés Pastrana dejó el Liceo del Norte y la urbanización La Rosalía, Ernesto Samper dejó la variante Aracataca-Fundación y el puente entre Plato y Zambrano, Uribe gran parte de un Centro Histórico recuperado que cambiaría el rostro de la ciudad para siempre y agréguele el Malecón del Aeropuerto Simón Bolívar y Juan Manuel Santos el que más… 11 obras deportivas con motivo de los Juegos Bolivarianos que hoy colocan a Santa Marta como una ciudad con capacidad de turismo deportivo y una terminal aérea remodelado, Ciudad Equidad, en fin… Pero Duque no deja nada grande que mostrar, así es.

y es que Iván se llenó de soberbia y no vino solo, por su lado, a traer las obras para el suministro del agua y aún el viernes decenas de alcaldes esperaban que quedaran firmados una cantidad de convenios que de seguro van a transformar a sus municipios- vías, estadios de fútbol, colegios y otras vainas más- que cuando se construyan le va ser difícil a Duque llegar a cortar cinta por ser su mentor. En el imaginario colectivo siempre se hablara que fue un bloqueador.

Se viene la era Gustavo Petro, quien también ofreció agua para Santa Marta y el Magdalena, la diferencia es que el hombre en medio de su simbología ya dio aviso de cumplir, por ejemplo, por primera vez, Colombia tendrá indígenas en altos cargos, como la arhuaca Leonor Zalabata en la Embajada ante la ONU y María Patricia Tobón Yagarí en la Unidad de Víctimas; a una vicepresidenta afro, Francia Márquez; y otros ‘nadies’, como el líder comunitario Javier Peña.

Por lo menos tres posesiones ancestrales y simbólicas lleva el presidente electo, esta tarde se da la oficial//

Ahora bien, siempre habrá un cuchillo de doble filo en política, a nuestro gobernador Carlos Caicedo le funcionó el plan de “bloqueo de Duque”, el presidente del Congreso Roy Barreras nos ha bajado un poco de las nubes, “solo un ministro de Hacienda extraterrestre podrá traer al Magdalena 11 billones de pesos, eso es imposible, pero de seguro habrá prioridad para el tema del agua”, ha dicho. En ese sentido se sigue con esperanza, con que lleguen uno dos o tres billoncitos, siempre serán bien recibidos ante tanta vaina por hacer en este departamento.    

Pero una cosa si es verdad, Carlos Eduardo y su Fuerza Ciudadana están empoderados, con el nuevo gobierno amigo, volverán a sus manos-sería imposible dudarlo- entidades como el Hospital Julio Méndez Barreneche, la ESE Distrital Alejandro Prospero, dará la pelea por quedarse con otros y aunque le fue regular ante los propósitos soñados en las primarias de Congreso, para las territoriales.  Llegará fortalecido.

Aunque también habrá que decir la mayor fortaleza no está solo con Petro Presidente y Caicedo Gobernador, sino por la debilidad de sus opositores, inmersos en el desorden y los egos de todo ese mundo de ineptos y engreídos políticos y politiqueros que aún no se han dado cuenta que esto Cambió y las elecciones no se ganan tres meses antes con una mochila llena de plata.    

Cuando Petro se posesione hoy, los organizadores aspiran tener unas 100.000 personas, no solo en la plaza de Bolívar donde no cabe esa cantidad, sino en las calles, en donde está el gran poder de Petro, aquí en Santa Marta será en el Parque de Los Novios y en cada municipio del Magdalena se organizan eventos por lo menos hay una ‘pea fija’ y ‘cules de parrandas’.

La espada de Bolívar volverá al ruedo, otro símbolo que para Petro tiene mucha carga. No solo la guerrilla en la que militó la robó en su momento, el M-19, sino que él estuvo entre los custodios que tuvo hasta que fue regresada. La exhibirán en una urna de cristal, pero con protección extrema para evitar que termine afectada. De hecho, fue Duque en la Casa de Nariño quien se la mostró a Petro después de más de tres décadas del episodio de su robo.

Por lo menos el efecto Petro ya sentó al gobernador Carlos Caicedo y los diputados de la mayoría después de dos años de disputa, tensión y confrontación//

Finalmente hay que decir en esta colcha de retazos de emociones, historia y pensamiento propio, nos muestra que Gustavo Petro, nuestro futuro presidente por cuatro años, no puede gobernar solo con simbolismos, con códigos y respaldado por “los nadies” que sienten que también llegaron al poder con él. Su reto es administrar a Colombia para todos, incluidos esos 10,5 millones de personas que le dijeron “NO” en las urnas a sus propuestas.  Hay mucha expectativa de cambio con el primer mandatario de izquierda que tendrá el país en 200 años de historia republicana.  Se grita ¡Viva Petro nojoda, llegó el cambio! Por un lado, por otro se preguntan si tanta maravilla anunciada será cierta … Lo único claro es que hay que esperar.