En el barrio San Miguel de El Retén, floreció una raza de gente pujante que hoy sigue dando su aporte a la sociedad y continua reivindicando su origen con trabajo y una sonrisa, en el Retén nació Fidel Bassa campeón de boxeo en 1987 del peso mosca

El 21 de mayo de 1851 se declaró la abolición de la esclavitud en el país. 170 años después, la herencia africana hace parte del ADN de la educación, el deporte, las artes a través de la danza, la música y otros lenguajes artísticos
En El municipio de El Retén los migrantes españoles, cubanos y de otras islas, alemanes, holandeses poblaron y aportaron para hacer germinar al pueblo, pero también llegó una fuerza laboral importante los negros, los que se sumaron en la construcción del municipio.
Fueron tantos que hicieron asiento en un sector al que llamaron San Miguel, por el Arcángel y allí echaron raíces hasta nuestros días, ellos no fueron esclavos, al contrario, fueron artífices de ayudar a construir un pueblo, con sus manos y esfuerzos, han sumado desde entonces a la construcción de una mejor sociedad, los afros de El Retén siempre se han destacado por sus valores y honradez, por sus luchas y esfuerzos para una mejor sociedad.
A el negro de Retén no le molesta que le digan negro, después que se lo digan con respeto, es más, aseguran con confianza, “vamos ombe, que el negro es fresco”, para asegurar que si toca caminar hacia la tierrita para trabajarla a las afueras del pueblo se trata ahí van cantando y echando cuento con una sonrisa en el rostro. No se arrugan.
Miguel Blanco y la dinastía a la que dio nacimiento, Eufemio Suárez (q.e.p.d.), Idalides Torres, Cesar Mendoza, Miguel Pájaro Jr. Luis Santana, Bernardera Arias y Santo Ricardo. Son algunos de los nombres de la raza que hoy se recuerdan de muchos hombres y mujeres de piel oscura, corazón rojo y un alma pura que un día como el de hoy se sienten más que nunca orgullosos de lo que son.
Son esos afrocolombianos los que en materia deportiva han dado los mejores éxitos al pueblo y de paso al Caribe y Colombia, en los puños de negros gigantes como Fidel Bassa y Ener Julio, el país se bañó de gloria en el boxeo y de paso le dieron nombre a El Retén como la tierra de campeones. A ellos gracias y sin duda a su creador y mentor Chago Julio (q.e.p.d)

No ha habido en la comarca un discurso más emotivo y elocuente como el de Cristóbal Escobar, el negro que hacía vibrar a los electores y a quien lo único que le faltó fue ser alcalde del pueblo, la comunidad afro ha tenido concejales, tiene profesores, médicos, futbolistas, más boxeadores y sigue aportando a la sociedad retenera en el presente.

“Las memorias de la esclavización, son las memorias de la abolición, la resistencia, la dignidad, la ancestralidad, la cultura, el territorio, la ciudadanía y su historia. Esa memoria que contribuye a crear oportunidades, ya previstas en el ordenamiento jurídico nacional y distantes de muchas de las comunidades negras, raizales, afrocolombianas y palenqueras, ser afro significa tener parte de un legado universal que debe ser conocido, transmitido, divulgado, respetado… por ser diferente y a la vez único”. Asegura Alfredo Vanín
En Colombia y para este caso específico El Retén la raza negra ha dado más que el país a ellos, sin duda alguna. Colombia tiene una deuda histórica con el pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero, por solo mencionar las más urgentes, podríamos enumerar la necesidad de generar un Plan Especial de Atención con Enfoque Diferencial para hacer frente a la Pandemia; la efectiva destinación de los recursos acordados en la Consulta Previa del Plan Nacional de Desarrollo 2018 – 2022 para pueblos y comunidades Negras.
Sea pues el momento de invitar a las instituciones y a la sociedad a conmemorar la vida, la identidad, los territorios, los derechos de estos pueblos y su aporte a la construcción de paz y de Nación; así como a superar el racismo y la discriminación racial, que aún nos condenan, distancian y rompen como sociedad.
Que viva hoy más que nunca el barrio San Miguel en El Retén Magdalena, que viva la raza negra, la afrocolombianidad.
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