*Impactados en la comunidad académica, en el barrio Pescaito que lo vio nacer y en el seno de su familia donde le admiraron y amaron ante su repentino deceso.

La pandemia del coronavirus nos laceró el corazón una y otra vez, dando cuenta de una larga lista de familiares, amigos, conocidos que fueron cayendo en medio de su paso mortal, en cada golpe recibido, respondí con una frase, un escrito, un homenaje a fin de dejar por sentado mi reconocimiento a ese ser que se nos adelantaba en el camino.

Yamile Rodríguez, la comunicadora y abogada, que además es mi comadre de sacramento, un día me dijo con la voz entrecortada, “compadre de llegar a morir primero que usted, me dolerá infinitamente no poder leer lo que se le ocurra escribir de mí, pero seguro que mi hijo, podrá contarles a las nuevas generaciones y a los suyos”. La expresión de Yamile provocó una lágrima, porque sin duda que la frontera invisible entre la vida y la muerte es tan frágil que en cualquier momento se puede acercar y lo más jodido, sin avisar.

El Unión Magdalena estuvo presente en su corazón desde siempre, su familia acolitó ese sentimiento//

Elder Vargas Palacio, el viernes se levantó y fue al baño, sin aviso su organismo afecto sin piedad a su cerebro y allí lo encontró su hija Valerie, no quiero imaginar la impresión de esa niña, fue llevado a la clínica en donde permaneció en coma inducido  en sala de cuidados intensivos, el desespero por lo sucedido a su padre provocó que su amado hijo Andrés hundiera una tecla mal y se regara que Elder había muerto, pero ayer su corazón aún latía, todos teníamos la esperanza de que lograra avanzar y se quedara entre nosotros, pero no fue así, Elder falleció esta mañana del 23 de agosto de 2022.

Conocí a Elder Vargas el popular Chevar, como le decía en el colegio Carlos Coronado el jefe de la ORI de la U, a través de su esposa Laura Mejía quien se convirtió en mi secretaria al llegar a la Dirección de Comunicaciones de la Universidad del Magdalena (2011-2016). Como todo pescaitero, era alegre y bullicioso, no tenía cálculos para hacer amigos y amaba de manera singular a la U, él es uno de los grandes aportantes de la transformación del alma máter a través de su trabajo con los estudiantes, porque gracias a sus conocimientos el fútbol llegó bien lejos en la institución y Elder siempre estuvo ahí para celebrar.

Con la Universidad del Magdalena y el INEM Simón Bolívar hizo historia el profesor Elder Vargas Palacio//

Elder, sacrificó días y noches por darle a su hijo Andrés el cuidado especial que necesitaba ante su diferencial inteligencia y mimó a su bella Valerie para que diera rienda suelta a sus emprendimientos, Laura soportó y gozó con sus salidas, el fútbol los unió y el Ciclón Bananero los hizo fuerte para sacar la familia adelante,

Elder Vargas Palacio, así como animó al Unión Magdalena, a la Selección de UNIMAGDALENA, a sus equipos del colegio, también animó la vida, fue un hombre alegre, amante de la tambora y defensor de la oportunidad de trabajo, “Salas ya salió la orden de trabajo, ya eso está de este lado, vamos ahora por más” le escuché decir más de una vez, en medio de una sonrisa pícara.

Chevar era uno de esos hombres típicos samarios, de poner el grito en el cielo al comparar a un jugador chachaco con Alfredo Arango o el Pibe Valderrama, era un defensor de sus instintos, de sus evocaciones y de su carácter, una discusión en el sardinel jamás estará demás si es para defender una justa causa.

Elder Vargas siempre compitió para ganar en esta vida, el destino siempre nos tendrá una mala jugada donde se pierde//

Con Elder comadre Yamile, se va un samario neto, pescaitero, de largo aliento para hablar del Unión Magdalena y de las causas de la Universidad del Magdalena y la IED INEM Simón Bolívar.

Paz en la tumba de un gran hijo un padre amoroso y esposo comprometido, CHEVAR, Alegraste la vida puedes ir en paz   

Que vaina tiene la existencia, la próxima navidad Elder no estará de forma física, pero su recuerdo en casa será perenne//