Después de una intensa lucha de 12 minutos que parecían eternos, Alí Guerrero Taján, el popular ‘Bombardero’, el locutor y director a través de los años de las principales estaciones de radio en Barranquilla, logra conectarse con Edgar Salas Y La Entrevista, la virtualidad tiene su ‘gracia’ y muchas veces hace pasar más de un sofoco.
Ya al aire son muchos los internautas que llegan rápido a la conexión, no hay dudas ante el reconocido personaje, la atracción es inmediata, muchos que lo escuchan a diario haciendo programas ahora quieren verle, otros tienen curiosidad y muchos más ante la presencia del mítico nombre mencionado por los más grandes artistas de la música vallenata, no se quieren perder la experiencia.
Alí empieza recordando que junto a Edgar Salas su entrevistador, hace cerca de 30 años presentó el Tercer Festival de Comunicadores de la Universidad Autónoma del Caribe, y que juntos sin saberlo, en un auditorio hicieron felices a muchos del auditorio, que el tiempo pasó y que ambos tomaron su camino periodístico.
“A mi desde niño me gustó la radio, me encerraba en el baño de la casa con dos grabadoras y en una ponía la emisora y en la otro hablaba yo, en ese baño había eco entonces, me salían bacanas las grabaciones, ponía una canción la presentaba, hasta cuñas y promociones tenía, de esos casetes no me quedó ninguno, pero fue mi inicio por así decirlo en la radio”, ‘Escuchemos a Diomedes Diaz con su canción bonita, sonaba un pedazo de la canción, entraba un comercial y yo remataba, son las tres de la tarde en Radio Universal’. cuenta con emoción el recuerdo.
Alí Guerrero, cuenta que lo primero que hizo al terminar bachillerato fue ir a estudiar locución producción de radio y televisión en Bogotá haciendo un curso intensivo de un año, allá hizo su primer contacto con un micrófono de verdad, los llevaban al Estadio el Campín, fue lector de comerciales y narrador deportivo, luego regresaría a Barranquilla donde inició estudios de comunicación social-periodismo en la Universidad Autónoma del Caribe.
“Empecé muy temprano en la radio, estudiaba y participaba de narraciones deportivas, y aunque me querían poner a cubrir camerinos, a mí me gustaba más estar en cabina, menciona a una serie de nombres de la radio barranquillera que rodearon sus inicios en la radio como Alberto Mercado, Braulio Cimarra, Mike Fajardo, Efraín Peñate, Lao Herrera y por supuesto aquellos que miraba como su referente para un futuro ante el micrófono, “Jairo Pava, Rafael Páez y Lucho Arias. Ellos eran mis locutores favoritos, imitaba sus voces y fíjate que, con el tiempo, fue la mía la que terminó identificando varias emisoras en la ciudad”.
“En Bogotá estudié con un compañero de montería, Luis Hernando Díaz. Una vez nos mandaron al estadio a narrar un partido, me escuchó leer los comerciales bastante rápidos, me dijo tú pareces un bombardero de esos que van a la guerra con esos comerciales y allí empezó a decirme bombardero. Y así me quedé en la universidad, me decían el bombardero, los locutores también me lo decían y cuando llegué a la FM, ya todos me conocían como el bombardero.
Alí Guerrero recuerda que, con solo 19 años, ya narraba fútbol en Colmundo radio y leyó comerciales en varios medios de comunicación, pero tuvo su primer gran reto emocional en lo que más le gustaba como era la animación musical en Bienvenida Stereo y luego en horas de la tarde uno propio que al final se convertiría en el de mayor sintonía en Barranquilla. “A mí me llama Lucho Arias y me dice, oye Ali no te gustaría acompañarme en un programa que se va a llamar los durísimos de Bienvenida Stereo- lo que hoy es Tropicana-, y en la tarde Cesar Araujo hacía un programa número uno en la tarde que se llamaba Televallenato, y al mes se va Cesar y me dicen que yo lo hiciera, no fue fácil, me tocaba echarle el cuento a las muchachas que escuchaban, así que me tocó hacer un trabajo psicológico”.
Alí Guerrero, dijo que a los 22 años terminó siendo el director de esa emisora en medio de los sustos que implicaba tremenda responsabilidad, “le puse la emisora del relevo generacional porque era el nuevo de toda esa camada de grandes locutores y nos fue muy bien”.
Alí Guerrero con emoción cuenta sobre su recorrido por la radio y allí con sencillez habla de su aporte al folclor, “Mira Edgar Dios me dio la facultad de tener un buen oído para la música y yo ayudé a pegar muchas canciones fueran de Diomedes Diaz, Iván Ovalle, Poncho Zuleta y el maestro Jorge Oñate, yo estuve en deporte haciendo radio, pero yo quería estar en la radio musical y Dios me premió con ello”. Afirma.
“Recuerdo que me invitan a Valledupar para que escuchara el lanzamiento de un disco y allá conozco a un muchacho bastante gordito llamado Silvestre Dangond, así con los días conocí a Luifer Cuello, Peter Manjarres Kaleth Morales
“No puedo decir que me siento orgulloso de haber dado el nombre de la ‘nueva ola’, a una generación musical del vallenato, pero si digamos que fue un aporte al apadrinar a todos estos muchachos a salir adelante, yo si de lo que me siento orgulloso, es que tuve participación en que con ellos el folclor creciera, se mantuviera y hoy ellos son grandes artistas, “recuerdo que se pegó Pin pon pan de Luifer y así se siguió avanzando, fui uno de los que le dijo a Silvestre que había que cuidar la imagen que estaba muy gordo y fíjese donde hoy el gran Silvestre”.
Ali Guerrero, cuenta que es compadre de Silvestre que es padrino de su hijo mayor y que Beto, Villazón y Jorge Oñate son padrinos de su hijo Ali David, por eso cuando le dicen compadre en los saludos, si es verdad que existe un sacramento.
“De bienvenida pasé a Olímpica, una gran empresa, estuve en la Reina, RCN y regresé a la Reina, es en la Reina en donde comienzan a darse a conocer todos estos artistas, al tiempo que hice a través de Telecaribe la Cheverifiesta que fue una época muy bonita, era algo así como el Show de Jorge Barón, en el Caribe y eso me sirvió mucho como imagen”.
“A mí me invitan muchas compañías disqueras a escuchar las canciones Codisco, Sony por ejemplo, Dios me dio el don de saber sobre su gracia y eso ha servido para muchos artistas, en Valledupar le decían el vallenato pangaito a esta fase del folclor y yo me dije que eso tenía que cambiar, y empezó un proceso que yo regalaba una serenata todos los jueves y ellos me acompañaban a darle, de allí comenzó a escucharse la voz de Luifer, Kaleth, Peter y Silvestre, eso se convirtió en una locura y alcanzaban a llegar hasta dos mil personas”.
Alí Guerrero, cree que el vallenato cada diez años en promedio saca a uno o varios artistas al ruedo que hacen que se refresque y se mantenga, ante la presencia de los grandes como son Poncho, Oñate, Diomedes, luego llegó la tanda de Silvestre, Peter, Kaleth, luego llegó Martin Elías, El Mono Zabaleta, K-vras hoy estamos frente a Elder Dayan, Rafa Pérez y un muchacho Oscar Gamarra, muy bueno y también hay muy buenos acordeoneros, por eso habrá vallenato para largo rato.
“Yo tuve y he tenido la suerte de ganarme el cariño de muchos artistas, Diomedes Diaz, lo conocí a través de Jhony Palma, Diomedes era indio, quiero decir con ello un hombre pocos amigos y él decía, en Barranquilla mi amigo es Ali, llévenme allá, si estaba en una caseta me llamaba a subir y le decía a Jaime Parodi, Jaime tú me animas todos los días, deja que anime Alí, recuerdo que yo tenía un programa en Telmex y Diomedes quería verme y pidió que le cambiaran de operador en su casa, esos son detalles que te marcan”.
Contó Alí que Diomedes fue a ese programa y habló de todo, entre lo que dijo reveló que sus mejores canciones las había compuesto entre los 10 y los 20 años, “ese día yo dije este hombre es un fuera de serie”.
Los internautas, participan, y dan opiniones y hacen preguntas, Ali Guerrero cuenta que sus dos hijas están estudiando por fuera una de ellas en Medellín cursando diseño de modas con éxito, que su hijo Ali David, estudia comunicación social y canta reguetón, es el momento en donde pide permiso porque tiene una mascota encerrada, la cual le dejó su madre que hace solo 40 días falleció.
Alí cuenta que siempre ha provocado que el folclor avance en paz, que no haya mayores controversias, que la alegría de la música debe ser contagiosa y que espera seguir detrás de un micrófono llevando al aire el vallenato.
“El Vallenato necesita de defensores todos los días para que ese patrimonio de la humanidad no muera, al Vallenato han querido acabarlo, mira que las emisoras de Vallenato las han ido quitando, cada vez son menos los programas especializados, por eso no se puede dejar de trabajar por él, fíjese cómo se fue diluyendo el merengue, por eso cada vez hay que hacer mejores trabajos discográficos para que suenen y si bien están las redes sociales, no todos lo tienen, por eso la radio debe seguir llegando al campesino, a la gente del común a todo el mundo”. Dice con seriedad y convencido Ali Guerrero. El bombardero de la radio.
