En un emocionante y sentido relato en su perfil de Facebook el joven y reconocido periodista contó los difíciles y amargos momentos vividos para ganarle la batalla al Coronavirus

“Y llegó este día tan esperado. Desde anoche que cerré mis ojos para dormir estaba ansioso, quería que fuera martes, fecha en la que se cumple mi fase de aislamiento, cuyo significado es que: DIOS venció el COVID en mi cuerpo”. Escribió Saith al empezar su testimonio de vida.


Seguidamente, expresó su inmensa gratitud con DIOS, a quien se refiere en letras mayúsculas. “Fue él quien me salvó de las garras de ese malvado virus. Me tocó vivir días terribles y horribles, nunca antes había pasado por momentos tan fuertes en los 36 años que tengo”.

Said, quien gran parte de su carrera periodística ha hecho en la casa El Heraldo en donde llegó a ser coordinador general de una de sus productos, dijo que estar enfermo por este virus era una experiencia para no olvidar.


“Los ataques tan fuertes que le hizo a mi cuerpo este virus, jamás pensé que me tocaría vivir ese período, pero jamás había corrido peligro mi vida, pero DIOS me iluminó el camino y me sacó del abismo al que me había llevado el COVID-19”. Aseguró el comunicador.

Said Ferez, miembro de Acord Magdalena en donde se ha destacado en las justas deportivas como futbolista y de aporte al gremio con sus ideas y propuestas, agradeció también el apoyo de una de sus hermanas y de toda la familia en materia de oración.  

“DIOS puso ángeles en medio de la tiniebla y riesgo que corría mi vida. Mi hermana Celina sacó la casta de su vasta experiencia como enfermera jefa, dejándome una vez más claro sus conocimientos en Medicina, y que solo le falta el título para decir que es médico. El amor de familia quedó más que evidenciado, mi hermanita luchó por no dejar caer a su hermano menor (yo)”.

El joven comunicador no perdió la oportunidad para agradecer a su compañera sentimental la madre de sus tres pequeños hijos.


“Pero es que DIOS no solo me mandó a mi hermana Celina, me ratificó que escogí a una buena esposa, a una buena mujer, a una excelente madre. Ella, Sindy Marcela Vásquez Betts, fue otro personaje en mi experiencia de vida. Mi compañera demostró su esencia, su naturalidad, la verraquera que caracteriza a una mujer copeyana y los principios con la que la formaron, nunca se despegó de mí, y en los momentos que vio remal, me dijo: “Lucha, no me vayas a dejar sola, los niños te aman y necesitan de ti”. Sustenta su emocionante relato.

De acuerdo a su experiencia vivida, Saith Ferez, cree que tuvo cercanía con un ser superior para poder salir adelante y el recuerdo perenne de su hermana fallecida lo llenaron de valor. “Tuve varios encuentros cercanos con DIOS en los que le implore por mi vida, que me mantuviera con fuerzas. También recurrí a mi hermana Marrum (Q.P.D.E.) con quien hablé, y es que ella más que nadie me conoce, saben de mis fortalezas y debilidades, por eso le dije: “Manita de mi corazón, tu muy bien me conoces, transmite tu fortaleza y lo guerrera que fuiste en vida para no dejarme ir, yo necesito seguir aquí, mis hijos me necesitan”.

Saith en este gran ejemplo de fortaleza y lucha no dejó a nadie por fuera del agradecimiento y señaló que las lágrimas de mamá cambiaron a alegría y sus oraciones dieron resultados. “Mi hermano Jorge Eliécer un poco nervioso y preocupado se volcó en sus oraciones hacia DIOS para que salvara a su hermanito, también lo escuchó”.

El periodista, el vecino, el amigo y el compañero, agradeció a todas esas personas que oraron por su recuperación. “Hoy aprovecho para agradecerle a DIOS su infinita misericordia para conmigo, y a todas aquellas personas que me tuvieron presentes”.

Finalmente, con la dura experiencia vivida Saith Ferez envió un mensaje a sus lectores.


“Mi consejo es cuidarnos, no desestimar este virus. Hay personas que le da leve, pero hay otras que no cuentan con la misma suerte. El llamado es aferrarnos en DIOS y pedirle batallones de sanidad para que desaparezca esta malvada peste.

DIOS es grande y maravilloso, su poder es incomparable.

¡Los quiero a todos, hay Turco para rato! #DiosMeSalvó 

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