*La noche del domingo 9 de octubre queda en la mente y la historia de todos los habitantes del municipio de Algarrobo como la más vengativa y violenta.
En las redes sociales todos los portales informativos han dado la noticia, sin duda Roger Urieles de El Tiempo, entrega el más certero de los titulares: “Comunidad cazó y mató a hombre que habría abusado y descuartizado a una menor”, allí definió todo e invitaba a leer.
Desde el día sábado el concejal algarrobero Jaider Isaza regaba por WhatsApp un audio en donde se pedía ayudar a encontrar a la niña Katlin Rodríguez Córdoba, desaparecida hacia tres días en el municipio, desde la Alcaldía se hacía lo propio y el pueblo estaba en pie de búsqueda.
¡Horror! Katlin fue hallada en un enmontado de la finca Papayal, su agresor había sido lo más violento posible, le quitó sus piernas y brazos la violó y produjo el más profundo dolor en su familia y toda la comunidad, a sus 15 años esa pequeña jamás comprendió porqué esa sevicia de locura en su contra.
Esa locura se trasladó a todo el pueblo, no había otro tema de que hablar, sino el de encontrar al culpable de tan execrable homicidio a como diera lugar, el gobierno ofreció una recompensa y apareció un nombre. Roberto Tatis De la Rosa.
De este hombre se dijo que tenía antecedentes de violador, que ya había estado en la cárcel, y por esas vainas de pueblo, todos sabían que no era de confiar, sin embargo, ahí estaba ahí ‘como si nada’, de Tatis también se dijo que trabajaba albañilería muy cerca de casa de Katlin y todos los acusaban de ser su raptor, que había que cazarlo y estaba bien claro que quien lo encontrara no lo iba a entregar a la Policía.
Desde que se desapareció Katlín también lo hizo Roberto y luego de encontrarla a ella, él seguía desaparecido. Su fotografía se regó como pólvora y tenía el cartel de SE BUSCA, el viejo oeste se hacía presente, “Algarrobo está alborotao, algo grave va a pasar”, se dijo con certeza.
La alcaldesa Liceth Prieto, había condenado a Roberto Tatis con sus palabras, “estamos frente a un psicópata calculador, pero lo atraparemos, en el nombre de Jesús ese hombre tiene que aparecer, este caso no va a quedar impune y debe pagar por lo que hizo”. El gobernador Carlos Caicedo repudió la muerte de Katlin, “me duele profundamente esta situación, no hay ninguna justificación para que esto ocurra, tenemos que cerrar filas elaborando un plan de acción con carácter preventivo para evitar que algo tan terrible vuelva a ocurrir”.
Y tal como lo dijera Roger Urieles, el pueblo estaba de caza, así como la reina Isabel II salía con sus perros bosque adentro en busca de una presa, la gente atravesó fincas y terrenos, buscó en casas y orilla del río, olfateo aquí y allá.
Una persona lo avistó en una de esas fincas que rodean el pueblo y dio aviso, una turba en medio de la oscuridad avanzó, nadie podía detenerla, era el !Huracán Algarrobo Señores! A Roberto Tatis De La Rosa, no le preguntaron ni porqué, ni si él había sido el responsable de matar a Katlin, NO, solo hubo manos a la muerte, le pegaron con palos y piedras y más de un machetazo recibió, las fotografías de como quedó son impublicables, el pueblo se vengó.
“Equivocadamente han tomado justicia por propia mano, y no ha debido ser así, han debido permitir que la autoridad actuara, esto no es legítimo, se ha debido ejercer justicia, seguiremos investigando para saber si este hombre si fue el que agredió a Katlin”, dijo el comandante de la Policía Magdalena coronel Julio Ernesto Triana Vergel.
Algarrobo no volverá a ser lo mismo después de estos violentos y dolorosos hechos, la tierra del poeta y periodista Luis Oñate Gámez, tiene fama de ser un pueblo tranquilo de gente amable y alegre, la muerte de Katlin y luego la lapidación de Roberto Tatis, nos ponen a pensar que la fiesta de corralejas hoy cuestionadas por un grueso de la sociedad por el maltrato al toro bravo, por salvajes, pero jamás podrán compararse con lo sucedido con la princesa Katlin Rodríguez y su fatal desenlace.
!Que no se marchite una rosa más!
