Por: Alberto Camilo Blanco Jiménez

Todo el caudal histórico de la llegada del fútbol a Colombia por los muelles de Santa Marta, en los primeros años del siglo XX – Como lo describió acertadamente en sus memorias, Don Moisés Ponce Lozano, historia escrita a dos manos y que titularía: “Por dónde y cuándo entró el fútbol a Colombia”- y el consecuente flujo hacía “La Castellana”, en “Pescaito, siguió su recorrido hacía la cancha del Liceo Celedón y terminó su caudaloso recorrido desembocando en el Estadio “Eduardo Santos”.

Allí como si el tiempo se detuviera a fin de observar la caída de aguas cristalinas de una cascada llamada La Samaria, nació el equipo profesional Deportivo Samario. Una fantástica ilusión llevada de la mano de grandiosos dirigentes deportivos que nadaron a favor de la corriente del espíritu deportivo de la Ciudad, para inundar y sumergir a los aficionados Samarios en las aguas del fútbol profesional colombiano el 11 de marzo de 1951.

Una sequía económica dejó sin el preciado líquido a esta incipiente fuente deportiva profesional, en menos de dos años. En medio de esa resequedad, aquéllos que nadaron a favor de la corriente y otros que se sumaron, al mejor estilo de un cuerpo de bomberos bajo la insignia de los Chain, conectaron mangueras a los hidrantes de ese entonces y le suministraron agua en cantidades industriales al balompié competitivo, para bañar a Santa Marta de fútbol, con la aparición del Unión Magdalena.

Ríos de aguas vivas comenzaron a brotar, artistas para el manejo del balón nacían de los imberbes barrios de una Santa Marta de ensueño, de una ciudad de Bastidas en medio de su sofocante calor disfrazada de emocionante nieve.  

 Bajo la conducción técnica del Argentino Guillermo Perazzo, teniendo como base a los jugadores de la tierra que actuaron el año anterior con el Deportivo Samario, más otros refuerzos extranjeros. El equipo debutó exactamente el 19 de abril de 1953 ante Pereira, en la “Perla del Otún”, juego que concluyo 4 por 2 a favor del local.

Esta fecha se tiene en cuenta como el inicio de la historia del Unión en la Dimayor. La afición Samaria con la pasión de siempre celebró en medio de otra inundación de alegría,  por la continuidad del “Ciclón” en el profesionalismo.

Desde ese tiempo descrito hasta hoy, el “Ciclón”, ha sido el centro de atención en la conciencia deportiva de los Samarios y Magdalenenses, de tal suerte que en los 68 años de existencia de este sentimiento llamado Unión Magdalena en el rentado Nacional, a excepción de los años 1955, 1958, 1961, 1962, donde el equipo estuvo al margen de la competencia por razones de sequías económicas.

Edgar, a propósito del 68 y del agua, se nos viene a la memoria el año en que las aguas del fútbol se salieron de sus cauces e inundaron de unas de las alegrías colectivas, más significativa que ha tenido la Ciudad en materia deportiva.  Feliz cumpleaños, al glorioso Unión Magdalena…