“Dar el primer paso significa reconocer el sufrimiento de otros, perdonar a quienes nos han herido, volvernos a encontrar como colombianos, entender el dolor de los que han sufrido, sanar nuestro corazón, descubrir el país que se esconde detrás de las montañas y construir un país en paz”. Francisco.
Viene a la mente esos días de emoción espiritual, de encuentros en medio de los desencuentros, y el tiempo en donde por más de 120 horas el país se unió en un mismo idioma, había ganas de orar, pensar que la paz entre los colombianos era posible y que un hombre vestido de blanco nos invitaba a ello.
“Dar el primer paso, es volver a acercarnos a Jesús, volver a encontrarnos con el amor de nuestras familias, desarmar las palabras con nuestro prójimo y tener compasión con quienes han sufrido”, aseguró horas previas a la visita al país del papa Francisco, monseñor Fabio Suescún Mutis.
Pueda que exageremos, la nota, quizás. Pero bueno por algo se empieza. En medio de la dura y agria confrontación de una mayoría de la Asamblea y el gobierno de Carlos Eduardo Caicedo Omar, que se han dicho de todo hasta del mal que quisiera que el otro muriera, a través de las redes sociales y medios de comunicación, el fin de semana cerró con un mensaje sensato y cuerdo.
“Gobernación del Magdalena respondió cuestionario de la Asamblea para financiar proyectos de agua”, así título un corto comunicado de prensa emitido por la dirección de comunicaciones de la Gobernación en manos de Rafael Rodríguez Santana.
La noticia podría ser considerada común y corriente, pero si se analiza es la primera acción en donde de común acuerdo un actor envió un mensaje a través de uno de sus emisarios y la respuesta llegó en el cuerpo de una paloma blanca.
“La Gobernación del Magdalena dio respuesta al cuestionario de 26 preguntas enviado por la Asamblea Departamental a Aguas del Magdalena, Gerencia de Proyectos de Infraestructura y a la Secretaría de Hacienda con respecto al Proyecto de Ordenanza No. 020 para comprometer vigencias futuras excepcionales para financiar el Plan Departamental de Agua”. Dice la nota enviada a los medios de comunicación.
“Desearía -dijo en el Parque Las Malocas de Villavicencio- “abrazarlos” y “llorar con ustedes”, “quisiera que rezáramos juntos” y que “nos perdonemos” y “que así, todos juntos, podamos mirar y caminar hacia delante con fe y esperanza”. Porque “el odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte que la muerte y la violencia”.
Ese 2017 La invitación de Francisco también desde Cartagena, última etapa de su viaje, explicó que es necesario renunciar “a la pretensión de ser perdonados sin perdonar, de ser amados sin amar”: “sólo si ayudamos a desatar los nudos de la violencia, desenredaremos la compleja madeja de los desencuentros”. Afirmó y que fortuna, yo estuve ahí.
Se asegura desde el gobierno departamental que el Proyecto de Ordenanza, busca dignificar la calidad de vida de los magdalenenses a través de la construcción de 64 proyectos de acueductos rurales y 9 urbanos para beneficiar a 480 mil personas, 19 proyectos de alcantarillado para beneficiar a 457 mil personas y 5 esquemas regionales de aseo con una inversión de para beneficiar a 856.000 habitantes.
También se recuperarán y se pondrán en operación 12 obras siniestradas que hoy son catalogadas como elefantes blancos, “Con estas iniciativas, cumpliremos la meta trazada por el gobernador Carlos Caicedo de aumentar la cobertura de acueducto al 83 % y al alcantarillado al 75 %”, expresó Francisco García, gerente de Aguas del Magdalena.
Desde la Asamblea al respecto se ha dicho por ejemplo por parte del diputado del Centro Democrático, Jair Mejía, en diálogo con Edgar Salas y La Entrevista. “Ese es un proyecto que habla de más de 150 mil millones de pesos, que va más allá del 2030 comprometiendo recursos del Departamento, por lo tanto, se hace necesario estudiarlo con juicio, responsabilidad y dedicación, no quiero que en los años venideros la gente del Magdalena vaya a decir. Eso lo aprobó Jair Mejía que irresponsable, es por eso que debemos darnos el tiempo necesario para su estudio”.
Antes de irse de Colombia el papá Francisco nos dijo a los colombianos: “no hay nadie lo suficientemente perdido que no merezca nuestra solicitud, nuestra cercanía y nuestro perdón”.