*El legendario guía de la Quinta de San Pedro Alejandrino ha muerto, Luis Eduardo Pinto, superó en años pasados una displasia severa en sus cuerdas vocales, pero esta vez fue la pandemia del coronavirus quien no le perdono la vida.
“La Quinta sin el dragoneante Pinto es como un cuerpo sin corazón”. Hugo Chávez Frías (Caracas 2004)
¿Es cierto o no que existen las varitas mágicas? Por lo menos tres generaciones pudimos comprobar que más allá de la de Harry Potter en la saga escrita y luego llevada con éxito al cine de la autora británica J. K. Rowling, en Santa Marta hubo una. Su propietario Luis Eduardo Pinto Fuentes, era plateada lo más parecido a una antena de radio, la tomaba con propiedad y delicadeza entre sus manos, la miraba fijamente y hacía conexión con su mente a partir de allí, brotaba de su boca la historia de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco, más conocido como Simón Bolívar. ¡Cosa Brava Caballero!
Sus narraciones sobre las hazañas y sinsabores de Bolívar cautivaron a reyes, reinas, presidentes, embajadores, ministros, historiadores, profesores, estudiantes, turistas y, en general, a todos los visitantes de San Pedro Alejandrino. Su voz simulaba a un español de la época por eso el escritor Clinton Ramírez dice con propiedad, “Sabía tanto sobre las últimas horas de Bolívar en San Pedro Alejandrino y la ciudad, que a uno se le ofrecían tres caminos: Escucharlo. Huir del lugar o seguirlo encantado”.

Su conocimiento sobre el Libertador era único y puro, pocos como él lograron entenderlo, por eso hizo exigencias validas. “La Hamaca debe ser erigida en símbolo nacional, porque este elemento de descanso jugó un papel fundamental en la vida de Bolívar”. ¿Por qué? Le preguntaba y con certeza respondía. “De los atentados de sus enemigos (22 en total) se salvó en tres por la hamaca. Allí descansaba mientras diseñaba las estrategias de guerra, y muchos de sus romances surgieron y se consolidaron en una hamaca”.
“Lamento el fallecimiento de mi amigo el Dragoneante Pinto, una verdadera insignia histórica del Magdalena y el país, como se lo dije en algún momento de la vida;” El último verdadero soldado del Ejército Independizador de su comandante el General Simón Bolívar”, dice dolido el exgobernador del Magdalena Omar Diaz Granados.
Otro que se pronuncia es el exgobernador y excongresista Juan Carlos Vives Menotti: “¡Pinto fue un personaje auténtico… ¡Ilustrado como pocos sobre la vida y obra del Libertador, que contaba con pasión en cada recorrido que hacían los visitantes a la Quinta de San Pedro Alejandrino! Hará muchísima falta. Paz en su tumba”.

Precisamente de esa falta que hará el Dragoneante Pinto, habla el periodista Agustín Iguarán corresponsal de El Heraldo. “Ese sí que deja un vacío que nunca se llenará…”, y agrega. «Nos familiarizó con la Quinta de San Pedro Alejandrino a través de la obra del más grande héroe del continente americano».
Y es que todos los periodistas acudíamos a donde el Dragoneante, era a la fija quien podía resolvernos una inquietud, absolver un interrogante, conquistarnos con una historia. “Fue un hombre que vivió al Libertador Simón Bolívar como ningún otro en esta época, cada vez que tenía que contar a un visitante sobre la etapa final del libertador en la hacienda San Pedro Alejandrino, lo hacía con mucho sentimiento y respeto al invocar la memoria del gran hombre, paz en su tumba”, dice Ramón Campo Gonzales director de Producciones Campo Televisión.
A Ramón se suma Luis Oñate y expresa, “emblemático personaje de la Quinta de San Pedro Alejandrino, por sus narraciones sobre la vida del Libertador Simón Bolívar. Muchas anécdotas, historias y momentos felices”. “Dicto cátedra sobre la historia del libertador Simón Bolívar”, remata el lector y comunicador Junior Beltrán Rodríguez.

Por esas cosas del destino el Dragoneante Luis Eduardo Pinto Fuentes, piso por primera a la Quinta el 5 de febrero de 1968, es decir dos años después del nacimiento de quien escribe esta nota hoy, él desde entonces permaneció en la Quinta de San Pedro por 36 años continuos. “Había soñado con visitarla, me impresionó mucho la quietud del sitio, lugar indicado, ideal y fantástico para leer», le dijo en el año 2001 a un periodista del diario El Tiempo.
El Dragoneante en su inicio no tenía mayores conocimientos sobre la vida del Libertador, pero en la medida en que los visitantes lo interrogaban sobre la vida del general vio la necesidad de conocerla a fondo y fue allí donde comenzó a leer todos los libros que hablaban de él. Terminó siendo un erudito sobre Bolívar.
“El Dragoneante Luis Eduardo Pinto, continuará su guardia, para la Quinta de San Pedro Alejandrino, desde el cielo. Adiós a un hombre abnegado y siempre dispuesto al servicio, a esparcir su conocimiento a todo el que lo necesitara”, expresa el representante a la Cámara José Luis Pinedo Campo,

“Partió al encuentro con Dios, el guía histórico y turístico en nuestra amada ciudad dos veces Santa, el Dragoneante en retiro de la Policía Nacional, hombre honorable, y bien puesto, Luis Eduardo Pinto; ese, que mirando su varita plateada era la admiración de grandes y chicos, al recitar fechas precisas al contar la gran historia de Simón Bolívar y su Campaña Libertadora. En su tiempo como historiador en la Quinta de San Pedro Alejandrino, incentivó a muchos a volver pues se regaba como pólvora, que había un dragoneante que tenía una conexión con Bolívar a través de una varita plateada, pero en realidad, era por su mente prodigiosa”. Agrega el exdiputado y excandidato a la Alcaldía de Santa Marta Humberto Diaz Costa.
En el 2004, el presidente Hugo Chávez Frías visitó a Santa Marta y estando en la Quinta de San Pedro Alejandrino supo que Luis Eduardo Pinto ya no prestaba sus servicios allí. Tras retornar a Caracas dijo una frase que fue replicada en los medios de comunicación internacionales: “La Quinta sin el dragoneante Pinto es como un cuerpo sin corazón”.

Martha Abello exconcejal de Santa Marta y hermana de Sarita directora de la Quinta de San Pedro Alejandrino expresan “! ¡Una persona inigualable Era un conocedor de la historia y un erudito sobre la vida de nuestro libertador! Paz en su tumba.
El abogado Alex Fernández Harding, lo define así. “Falleció sin llevarse consigo la historia del libertador, toda la dejó entre los que le escuchamos, apasionado estudioso de la historia del hombre más grande de América, difundió su proceder no como una observación histórica, sino que nos invitó a tomar el ejemplo del Libertador como un acto de vida”.
El 4 de octubre del año 2013 el dragoneante Pinto viajó primero a Venezuela y de allí a Cuba para ser atendido de una displasia severa en las cuerdas vocales, esta maniobra se hacia atendiendo una petición en vida del comandante Hugo Chávez.
“El mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, en concurso con el embajador de ese país en Colombia, Iván Rincón Urdaneta, ordenó incluir al “amigo Pinto” en el acuerdo humanitario que firmaron Venezuela y Cuba en materia de atención en salud”. Se lee en una nota del año 2013 escrita en El Heraldo por Agustín Iguarán.

“Él era la transfiguración del Libertador y el protagonista del padre de la Patria que a través de sus excelsos mensajes nos ilustraba al detalle sobre la vida y obra del hombre de las dificultades. Ese papel histórico que él encarnó, con virtuosismo, lo traspaló a un escenario colindante con la inmortalidad”. Dice el abogado y exalcalde de Santa Marta Alfonso Vives Campo.
Son muchas las voces y los recuerdos, la Quinta de San Pedro hace tiempo dejó de ser la misma ante la no presencia del Dragoneante, hoy cuando sabemos de su falta absoluta en presencia física se ahonda el sentimiento.
“Lo conocí cuando yo cursaba cuarto de primaria en el colegio anexa a la Normal de Niñas, me llevaron a visitar la Quinta de San Pedro, si bien mi papá nos había hablado con profundidad de Bolívar y mi mamá decía con orgullo que éramos vecinos de la Quinta donde él falleció, solo hasta que el Dragoneante Pinto nos guío por los lugares preferidos de él en esa casona y nos habló de los últimos días de vida y rutina del Libertador; fue que lo dejé de sentir tan surreal, años más tarde llevé a mi hijita a conocer la última morada, lo volví a encontrar y seguía con mucha propiedad y alegría hablando de Bolívar, me lo imagine siempre como quien también tiene los años de la Quinta. Descansa en paz Dragoneante Pinto y espero te encuentres con él, Bolívar te agradecerá todo lo que hiciste a su nombre”. Relata Patricia Caicedo Omar.
Paz en la tumba del gran Dragoneante Pinto, el mágico sabio que nos enseñó a Bolívar sin pestañear.
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